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El Sínodo de Obispos denuncia la situación de pobreza y pide leyes que no sean contrarias a la familia

El Sínodo de Obispos ha concluido este sábado con una fuerte denuncia de las situaciones de injusticia y pobreza en América Latina, África y Asia, pidiendo a los políticos que aseguren el bien común y promuevan la dignidad de la persona. Asimismo, pidieron también a los gobernantes que no apoyen leyes contrarias al derecho natural, el matrimonio y la familia.

L D (EFE) El "Mensaje final" de la IX Asamblea General del Sínodo, reunida en el Vaticano desde el 2 de octubre bajo el lema "La Eucaristía fuente y cumbre de la vida y de la misión de la Iglesia", ha sido hecho público este sábado. "Hemos denunciado las situaciones de injusticia y de pobreza extrema que proliferan en todas partes, especialmente en América Latina, África y Asia. Estos sufrimientos claman a Dios e interpelan la conciencia de la humanidad. Ante ellos nos preguntamos: ¿en qué se transforma la aldea global de nuestra tierra, con un ambiente amenazado que corre el riesgo de ir a la ruina?", señalaron los prelados en el Mensaje.
 
Los 256 obispos asistentes se preguntaron qué hay que hacer para que en esta era de la globalización , la solidaridad triunfe sobre el sufrimiento y la miseria y pidieron a los gobernantes que aseguren el bien común y promuevan la dignidad de la persona, "desde su concepción hasta su muerte natural". A este respecto aprovecharon también para pedirles que no apoyen las leyes "que no sean respetuosas con el derecho natural, el matrimonio y la familia".
 
El Mensaje, cuyo título es "La Eucaristía: pan vivo para la paz del mundo", recoge uno de los temas tratados por y que adquirió gran relieve, como es el de la admisión a la comunión de los católicos divorciados y vueltos a casar y a este respecto los obispos reiteraron el "no". Aseguran que estas personas no están excluidas de la vida de la Iglesia, les pidieron que participen en la Misa dominical, pero les reiteraron que no pueden acercarse a comulgar debido a la irregular situación familiar en la que viven.
 
En el texto los obispos expresaron su alegría por la presencia de la iglesias de rito oriental y abogaron por el día en que se llegue a la "unidad plena y visible" de todos los cristianos. Pero hasta que llegue ese día, frenaron la intercomunión con los fieles de otras iglesias cristianas, afirmando, en la misma línea que manifestó durante la asamblea el Secretario de estado Vaticano, el cardenal Angelo Sodano, que no favorece la unidad de los cristianos. Por otra parte, los obispos manifestaron su satisfacción por el aumento de las vocaciones sacerdotales, sobre todo en Asia y en los movimientos eclesiales.

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