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ANSELMO CARRETERO

El segoviano que inspira al federalista Maragall

Anselmo Carretero, ideólogo de cabecera de Maragall, recoge este domingo El Mundo, llegó a proponer para España el modelo de la antigua Yugoslavia. En esta "nación de naciones" incluía a Portugal. Sin embargo, pronto se dio cuenta de la imposibilidad de esta expresión y decidió cambiarla por "comunidad de pueblos". Pero el teórico de Maragall, para desgracia del líder del PSC, dio otro paso atrás en sus tesis al aceptar el Estatuto catalán del 79: "la cuestión puede considerarse aquí resuelta" e incluso se preguntó: ¿"Para qué un partido socialista catalanista en una Cataluña autónoma?".

Anselmo Carretero, ideólogo de cabecera de Maragall, recoge este domingo El Mundo, llegó a proponer para España el modelo de la antigua Yugoslavia. En esta "nación de naciones" incluía a Portugal. Sin embargo, pronto se dio cuenta de la imposibilidad de esta expresión y decidió cambiarla por "comunidad de pueblos". Pero el teórico de Maragall, para desgracia del líder del PSC, dio otro paso atrás en sus tesis al aceptar el Estatuto catalán del 79: "la cuestión puede considerarse aquí resuelta" e incluso se preguntó: ¿"Para qué un partido socialista catalanista en una Cataluña autónoma?".
(Libertad Digital) El segoviano Anselmo Carretero oceanógrafo, historiador aficionado y militante del PSOE desde los 18 años, fue amigo del padre de Zapatero y es el ideólogo de cabecera de Maragall. Aunque fue un federalista convencido sus tesis y aspiraciones fueron disminuyendo de intensidad.
 
Para Carretero su patria no era "la empequeñecida España Una, que no es España (...), sino las Españas unidas, la Comunidad o Unión Ibérica, de todos sus hombres y sus pueblos". Pero no sólo se quedaba ahí su afirmación sino que en estas "Españas" incluía también a Portugal. Incluso en 1962, frente a un auditorio de anarquistas, llegó a proponer el primer artículo de una posible constitución. Sin embargo, en ese artículo no hizo mención al término "nación de naciones", sino que, viendo que estaba abocado al fracaso, lo sustituyó por el de "comunidad de pueblos", recoge este domingo El Mundo.
 
Cuando fue aprobada la Constitución del 78, Alonso Carretero, a pesar de que su concepción federal reflejaba una España compuesta por 16 naciones y Portugal, se mostró satisfecho con el modelo autonómico: "(...) Este artículo constitucional viene a reconocer nuestra definición de España como nación compleja o nación de naciones". Pero el exaltado federalista no se quedó sólo ahí, para desdicha de Pasqual Maragall. En 1980 a raíz de la aprobación del Estatuto catalán escribió: "(...) La cuestión puede considerarse aquí resuelta, pues la inmensa mayoría de los catalanes han aceptado esta solución constitucional que permite la defensa y el desarrollo de la personalidad".
 
Incluso Carretero advirtió contra el separatismo en su obra Las nacionalidades españolas (1977), aunque aseguraba entonces "no haber conocido catalanes realmente separatistas". Pero el federalista se volvía a equivocar en esta afirmación, así como que el reconocimiento periférico traería beneficios: "Otro mal que en una España democrática resolvería el sistema federal sería la dispersión y atomización de las fuerzas políticas, al eliminar los pequeños partidos regionales", que una vez resueltas las aspiraciones autonómicas –continúa Carretero– "pierden toda razón de ser en cuanto éstas quedan satisfechas". Y para mofa del PSC se preguntaba: "¿Para qué un partido socialista catalanista –por poner un ejemplo– en una Cataluña autónoma?".

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