L D (Agencias) El popular Ramón Rabanera, durante la clausura de la Escuela de Formación que Nuevas Generaciones del PP en el País Vasco, ha lamentado que algunos quieran cambiar aquello que significó el mayor consenso y el mayor acuerdo de los partidos políticos y de los ciudadanos, y se preguntó "qué mayor acuerdo que el que tenemos en estos momentos" se puede conseguir. "Nunca va a haber algo que pueda aunar las voluntades como aconteció en ese momento", en referencia a la aprobación del estatuto de Guernica.
El alcalde de Vitoria, Alfonso Alonso, también destacó que su partido es el más celebra el Estatuto de Guernica y, por lo tanto, es "el que más cree en la libertad". Sin embargo, lamentó que este texto no ha estado vigente jamás en el País Vasco, al igual que la Constitución española, porque algunos "han tenido que vivir amenazados, han visto recortadas sus libertades y no han tenido igualdad de derechos ni de oportunidades de desarrollo personal". "El Estatuto no tiene desarrollo, el Estatuto está por desarrollar", insistió, antes de indicar que su partido no tiene una postura estática, sino dinámica" porque quieren cambiar las cosas con un "desarrollo legislativo adecuado" y una "aplicación verdadera de todas las posibilidades que contiene".
Patxi López y la "nación vasca"
El secretario general del PSE tendió la mano al PNV al decir en la Ser que "se tendrán que buscar los consensos básicos aquí", con el fin de acordar "el marco político" que, en su opinión, tiene que tener tres objetivos básicos: "mejorar el autogobierno, reforzar la convivencia desde el respeto a la pluralidad y la diversidad, y recuperar los pactos entre diferentes".
Patxi López también insistió en que el País Vasco se llamará "nación" si así lo deciden los vascos, aunque advirtió de que no se debe hablar de esta denominación "en términos de soberanía exclusiva o excluyente" porque la Constitución la contempla sólo para el pueblo español y "no se parcela". Además, criticó que haya "gente que exhibe la fuerza del mito" en torno a las palabras para generar "debates artificiales" con el fin de favorecer sus posiciones políticas. Una alusión al PP que también afecta a dirigentes de su propio partido.