L D (EFE) Bulgaria y Rumanía firmaron el pasado mes de abril el tratado de adhesión para entrar en la UE en 2007, pero están sujetas a una vigilancia de la Comisión Europea, que puede retrasar su ingreso hasta 2008 si incumplen los compromisos adquiriddos. En el informe, la CE pide a ambos países que hagan “esfuerzos suplementarios” para consolidar el Estado de derecho, mejorar la función pública y el sistema judicial, luchar contra la corrupción y proteger sus fronteras.
Según el comisario para la Ampliación, Olli Rehn, Bulgaria y Rumanía “han realizado progresos importantes en la preparación de su adhesión, pero los dados aún no están echados y en los meses venideros la puesta en práctica efectiva de las reformas debe centrar la atención”. Tras la adopción este martes del informe, la CE enviará cartas de advertencia política a las autoridades búlgaras y rumanas sobre las principales carencias, para que adopten las soluciones.
El Ejecutivo comunitario presentará al Consejo de la UE y al Parlamento Europeo un nuevo informe sobre los progresos de los dos países en la primavera de 2006, en el que podría recomendar el aplazamiento de la entrada de uno de ellos o de ambos si persisten los problemas.
Con independencia de si se pospone o no su ingreso, en otoño de 2006 la Comisión Europea volverá a examinar la marcha de las reformas en Bulgaria y Rumanía y se reserva el derecho de imponerles sanciones o medidas financieras correctivas si lo estima necesario.
Según el tratado de adhesión firmado por los dos países, hasta tres años después de su ingreso pueden ser objeto de salvaguardas que les excluyan de los beneficios económicos de la UE, del mercado interno y de la cooperación en materia de Justicia y seguridad interior.
Según el comisario para la Ampliación, Olli Rehn, Bulgaria y Rumanía “han realizado progresos importantes en la preparación de su adhesión, pero los dados aún no están echados y en los meses venideros la puesta en práctica efectiva de las reformas debe centrar la atención”. Tras la adopción este martes del informe, la CE enviará cartas de advertencia política a las autoridades búlgaras y rumanas sobre las principales carencias, para que adopten las soluciones.
El Ejecutivo comunitario presentará al Consejo de la UE y al Parlamento Europeo un nuevo informe sobre los progresos de los dos países en la primavera de 2006, en el que podría recomendar el aplazamiento de la entrada de uno de ellos o de ambos si persisten los problemas.
Con independencia de si se pospone o no su ingreso, en otoño de 2006 la Comisión Europea volverá a examinar la marcha de las reformas en Bulgaria y Rumanía y se reserva el derecho de imponerles sanciones o medidas financieras correctivas si lo estima necesario.
Según el tratado de adhesión firmado por los dos países, hasta tres años después de su ingreso pueden ser objeto de salvaguardas que les excluyan de los beneficios económicos de la UE, del mercado interno y de la cooperación en materia de Justicia y seguridad interior.