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Vuelve la violencia a los suburbios de París en plena luz del día ante la impotencia de las autoridades

La violencia volvió este viernes a los suburbios de París cuando grupos de jóvenes de radicales reanudaron la quema de coches sin ni siquiera esperar a que se hiciera de noche. Los actos de vandalismo sucedían al mismo tiempo que el primer ministro francés, Dominique de Villepin, se reunía con jóvenes de barrios difíciles, en su mayoría musulmanes. Los alcaldes de las localidades afectadas tratan de calmar a la "guerrilla urbana" que sacude la periferia de la capital francesa.

La violencia volvió este viernes a los suburbios de París cuando grupos de jóvenes de radicales reanudaron la quema de coches sin ni siquiera esperar a que se hiciera de noche. Los actos de vandalismo sucedían al mismo tiempo que el primer ministro francés, Dominique de Villepin, se reunía con jóvenes de barrios difíciles, en su mayoría musulmanes. Los alcaldes de las localidades afectadas tratan de calmar a la "guerrilla urbana" que sacude la periferia de la capital francesa.
L D (Agencias) El noveno episodio de actos vandálicos comenzaron esta vez en pleno día ante la impotencia de las autoridades. Los jóvenes radicales, la mayoría de origen islámico, comenzaron a quemar coches cerca de un centro comercial y de la Prefectura en Bobigny, en la periferia de París. El jueves por la noche casi 500 vehículos fueron calcinados por estos actos y los vecinos, aterrados, temen salir a la calle.
 
Barrios de las afueras de París y de otras regiones de Francia eran escenario de violencias este viernes por la noche, mientras el primer ministro, Dominique de Villepin, entablaba el diálogo con jóvenes de zonas urbanas difíciles en busca de una solución a la crisis. Unos 85 vehículos habían sido quemados en las primeras horas de la noche y el número de detenidos rondaba los treinta, indicaron fuentes policiales. En Bobigny (afueras de París), en el departamento de Seine-Saint-Denis, el más afectado por los disturbios que comenzaron hace ocho días, varios vehículos fueron incendiados antes de la caída de la noche.

Por otra parte, un importante incendio, de origen desconocido, se declaró esta noche en dos almacenes textiles en Aubervilliers, una localidad del mismo departamento. Más de 150 bomberos intervinieron y el fuego estaba controlado antes de las 23.00 locales, indicó a EFE un portavoz de los bomberos, mientras la policía señaló que desconocía por el momento si el incendio había sido provocado.
 
La violencia no se limitaba a tres departamentos de las afueras de París, sino que, al igual que la noche pasada, hubo incidentes en otras regiones del país. Así, en Rouen (noroeste), un grupo de jóvenes prendió fuego a un autobús, pero el conductor y los pasajeros pudieron salir, sanos y salvos, antes de que el vehículo fuera destruido por las llamas. En Seine-Saint-Denis, casi la mitad de las líneas de autobús dejaron de operar a última hora de la tarde como medida de precaución, para evitar incidentes.

Villepin se reúne con jóvenes protagonistas de los incidentes
Confrontado con la mayor crisis desde que asumió el gobierno, Villepin está multiplicando las reuniones para buscar la manera de acabar con la ola de disturbios, en los que la madrugada del viernes quemaron más de 500 vehículos. La situación se agravó el mismo jueves, con la extensión geográfica de los incidentes, llegando a barrios difíciles del sureste y del este del país, mientras se registraban los primeros incidentes en el París "intra muros".
 
Para tratar sobre los discursos, Villepin se reunió este jueves por la tarde con su ministro del Interior, Nicolas Sarkozy para después recibir a una quincena de jóvenes de zonas urbanas sensibles para abordar con ellos los problemas de estos barrios y las soluciones que podrían aportarse, según explicó su entorno. Entre los interlocutores de Villepin, de entre 18 y 25 años y en su mayor parte residentes de las afueras de París, había personas procedentes de la inmigración, estudiantes, desempleados, beneficiarios de mínimos sociales y un empresario.
 
Villepin está preparando un "plan de acción", que quiere tener listo antes de final de mes, para los barrios difíciles, marcados por la inmigración, el paro, la pobreza y la delincuencia. Pero los ediles de localidades afectadas por los disturbios con los que se reunió el jueves mostraron su rechazo a "un enésimo" plan y pidieron un trabajo en profundidad y de forma duradera, lo que pasa por programas de educación, vivienda y empleo.

Además, crecen las voces por el restablecimiento de la policía de proximidad, implantada por la izquierda y eliminada en la práctica por la derecha, tras su llegada al poder en 2002. "La policía de proximidad se ha construido en detrimento de la policía de investigación y de arrestos. Hay que restablecer el equilibrio", dijo Sarkozy a comienzos de 2003 en Toulouse, al sepultar a la policía de proximidad.

La ola de disturbios comenzó hace ocho noches en Clichy-sous-Bois, tras la muerte por electrocución de dos adolescentes procedentes de la inmigración que, creyendo erróneamente que eran perseguidos por la policía, se refugiaron en un transformador eléctrico. Unas horas antes, en otro barrio periférico de París y a plena luz de día, un experto de una empresa de alumbrado fue apaleado hasta la muerte, ante los ojos de su esposa y su hija, por unos jóvenes cuando fotografiaba unas farolas.
 
Desde el comienzo de la ola de "guerrilla urbana" el pasado día 27, unos 1.260 vehículos han sido quemados. También han sido atacados edificios públicos y privados, mientras bandas de jóvenes se enfrentaban con las fuerzas del orden. Este viernes por la noche, la policía ha comprobado que pequeños grupos de jóvenes se desplazan con mucha rapidez para cometer actos vandálicos, sin buscar el enfrentamiento con las fuerzas del orden.

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