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Merkel presenta el acuerdo de Gobierno con un objetivo claro: "Invertir la tendencia a la baja"

Ángela Merkel presentó este sábado el acuerdo de Gobierno con el Partido Socialdemócrata (SPD) que le llevará a la cancillería alemana al frente de un Gobierno de coalición. La jefa de la Unión Cristianodemócrata (CDU) dijo que el objetivo del nuevo Gobierno es "invertir la tendencia a la baja" del país. Merkel reconoció la difícil situación económica que atraviesa Alemania por lo que reconoció que los Presupuestos Generales del Estado para 2006 no serán constitucionales, pues el endeudamiento será superior a las inversiones.

Ángela Merkel presentó este sábado el acuerdo de Gobierno con el Partido Socialdemócrata (SPD) que le llevará a la cancillería alemana al frente de un Gobierno de coalición. La jefa de la Unión Cristianodemócrata (CDU) dijo que el objetivo del nuevo Gobierno es "invertir la tendencia a la baja" del país. Merkel reconoció la difícil situación económica que atraviesa Alemania por lo que reconoció que los Presupuestos Generales del Estado para 2006 no serán constitucionales, pues el endeudamiento será superior a las inversiones.
L D (EFE) Merkel, el aún jefe del SPD, Franz Münteferning, el sucesor designado de éste, Matthias Plaztzek, y el jefe de la Unión Cristianosocial, partido bávaro hermano de la CDU, Edmund Stoiber, presentaron este sábado en Berlín, el documento de unas 140 páginas en el que las dos formaciones definen las líneas de Gobierno que han pactado, un acuerdo sellado este viernes.

La futura canciller empezó su presentación a la prensa llamando la atención sobre la difícil situación económica en que se encuentra Alemania y dijo que el objetivo del nuevo Gobierno será "invertir esa situación para crear bienestar, participación y trabajo". En este sentido, reconoció que los Presupuestos Generales del Estado para 2006 no serán constitucionales, pues el endeudamiento será superior a las inversiones.

La líder cristianodemócrata subrayó, sin embargo, que el nuevo Gobierno se compromete a cumplir la constitución en los presupuestos de 2007, que además contemplarán por fin ese año un déficit acorde con el Pacto de Estabilidad Europeo, es decir inferior al tres por ciento del Producto Interior Bruto (PIB).

Según Merkel, se trata de la primera vez que un Gobierno admite a priori que incumplirá la Constitución, lo que pone de manifiesto la voluntad de llevar a cabo una política honesta. La Constitución alemana estipula que las inversiones públicas deben ser superiores al endeudamiento y sólo permite excepciones en caso de que haya una alteración del equilibrio económico, lo que ha estado arguyendo el Gobierno saliente en los últimos años de crisis económica.

Merkel esbozó lo que hará el futuro Ejecutivo de gran coalición para lograr que Alemania alcance en 2007 un déficit inferior al tres por ciento, tras lo que hasta entonces serán seis años consecutivos de vulneración del Pacto de Estabilidad para la zona euro. Básicamente se trata de cubrir una agujero presupuestario de 35.000 millones de euros, lo que según la futura canciller, se logrará mediante el ahorro (unos 10.000 millones), el recorte de subvenciones y ventajas fiscales (5.000 millones) y el aumento del Impuesto sobre el Valor Añadido (unos 10.000 millones), además de otras medidas aisladas.
 
La relación con la UE, más allá del eje franco-alemán
 
En cuanto a las relaciones con la UE, el nuevo gobierno alemán mantendrá la línea de compromiso con el proyecto europeo, pero velando en la UE por los intereses germanos, por ejemplo en el capítulo de la financiación.

El acuerdo estipula que "Alemania, por su Historia y su peso político y económico tiene una especial responsabilidad en Europa" y que seguirá impulsando el desarrollo de la UE dentro de la "irrenunciable" alianza con Francia, pero en consonancia con los demás miembros. El funcionamiento del motor franco-alemán es importante para todos en la UE, pero Berlín quiere también dar "una nueva calidad e intensidad a las relaciones con los países vecinos y los nuevos estados miembros" y desarrollar particularmente el "Triángulo de Weimar" (Alemania, Francia y Polonia).

 El documento de coalición empieza reafirmando que Berlín estima que en el próximo plan de financiación de la UE la contribución alemana "no debería superar" el 1 por ciento de la Renta Nacional Bruta. "El plan debe tener en cuenta la capacidad alemana", dice el texto. Por otra parte, el nuevo gobierno resalta la importancia de la política estructural de la UE y de la "solidaridad que establece dentro de la comunidad" (que beneficia también a la zona de Alemania que conformó la RDA), aunque señala que debe haber "un equilibrio entre ayudas y carga a los contribuyentes netos".

En cuanto al proceso de ampliación, la canciller designada, Angela Merkel, recalcó que habrá que tener más cuenta de lo que se ha hecho hasta ahora uno de los criterios, que es la capacidad de la UE de integrar nuevos miembros. Esto se aplica al caso de Turquía, y Merkel reiteró que las negociaciones ya están en marcha con el objetivo abierto de un ingreso, aunque para ello tanto Ankara como la UE deberán cumplir las condiciones y si no es posible la integración se buscarán fórmulas de cooperación estrecha.

El documento recalca la importancia de desarrollar la capacidad militar de la UE como forma de complementar la OTAN, no como competencia, y que el mismo principio debe prevalecer en las relaciones con Estados Unidos.

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