L D (Agencias) Las víctimas del brutal crimen son el joyero J.L.R.G., de 53 años; su mujer R.M.A.G., de 51, y su hijo C.R.G., de 24, que se encontraban en la mencionada joyería, situada junto al céntrico mercado municipal de Castelldefels, que fueron sorprendidos por los atracadores. La Jefatura Superior de Policía de Barcelona informó de que los detenidos son Fernando S.M. de, 47 años, y Juan Antonio S.H., de 20, ambos con antecedentes, a quienes se les intervino el machete con el que presuntamente cometieron el triple crimen, además de un revólver que podría ser de fogueo.
Fernando S.M. posee nueve antecedentes, uno de ellos por homicidio y el resto por robos con intimidación, mientras Juan Antonio S.H. tiene un antecedente por robo. Los dos delincuentes, de nacionalidad española y vecinos de la localidad de Sant Adriá del Besós (Barcelona), fueron detenidos por agentes de la Guardia Urbana de Castelldefels cuando intentaban escapar del lugar.
El mayor de los delincuentes, un hombre con pelo y barba canosos, fue trasladado a la Jefatura de Policía de Barcelona en un coche camuflado custodiado por cuatro agentes y sus ropas se encontraban aún totalmente manchadas de sangre al bajar del vehículo, según pudo comprobar EFE. Fuentes policiales explicaron que el propietario de la joyería Royo se habría resistido a los atracadores y uno de ellos le asestó con el machete un golpe en el cuello que le seccionó la yugular, lo que le provocó la muerte. Los atracadores hirieron después mortalmente en el abdomen al hijo del joyero, y a su mujer le causaron múltiples heridas por todo el cuerpo, a consecuencia de las cuales falleció también.,
Un mosso d'esquadra fuera de servicio, que se topó con los dos atracadores cuando huían de la joyería a pie, pudo seguir a los asaltantes y a través del teléfono móvil fue informando de sus movimientos a la Policía Local, que pudo detenerlos poco después, según informaron fuentes próximas a la investigación. El agente de paisano fue incluso encañonado por los dos atracadores con la pistola que llevaban cuando salían del local, aunque en ese momento el hijo de los propietarios, herido mortalmente, irrumpió en la calle alertando del crimen, por lo que éstos dejaron de encañonar al mosso y prosiguieron su huida, hasta que fueron detenidos a unos centenares de metros del establecimiento.
La joyería Royo se encuentra junto al mercado municipal de Castelldefels, en el céntrico barrio de Vistalegre de la localidad, y la Policía acordonó la zona y colocó unas sabanas en el exterior del establecimiento para impedir que se puedan ver los cadáveres. El suceso causó una gran consternación en esta localidad costera barcelonesa, situada a una veintena de kilómetros de la capital, ya que la familia era bastante conocida entre los vecinos, pues se dedicaba desde hace años al negocio de la joyería. El alcalde de Castelldefels, Antonio Padilla, aseguró en este sentido que la ciudad está "conmocionada" por el suceso, mientras recordó que el reciente asesinato de un ciudadano croata en el mismo barrio de Vistalegre fue "un ajuste de cuentas relacionado con mafias".