L D (EFE) Duleimi también destacó el "éxito incomparable del desarrollo de los comicios –celebrados el jueves–, por lo que agradecemos a Dios que no hayan ocurridos incidentes dignos de mencionar. Nadie perdió la vida ni resultó herido durante el proceso de votación".
En este sentido, el político resaltó el cumplimiento de la tregua adoptada por los terroristas, algunas de cuyas organizaciones se comprometieron a no atacar los centros electorales en las zonas donde el gobierno de Bagdad no controla la situación. Por último, Duleimi instó a la Comisión Electoral Independiente (CEI) de Irak, encargada de la supervisión de los comicios, a realizar "votaciones complementarias en las regiones en que se confirmó la existencia de irregularidades.
También protestó el ex primer ministro iraquí y líder de la Coalición Nacional Iraquí (CNI), Iyad Alaui, que hoy pidió hoy que se investiguen las "infracciones e irregularidades cometidas por una lista rival", de la que no dio el nombre. "Es necesario abrir una investigación seria ya que ha comenzado a suscitarse gran preocupación al comprobarse que algunas instituciones gubernamentales y miembros de la CEI no cumplieron con su deber oficial al haber apoyado a una lista específica", dijo Mahdi Al Hafez, ex ministro de Planificación y miembro de la CNI.
Hafez, consultado por EFE, se refirió a la propuesta de los árabes suníes y dijo que "los que quieren aliarse con otros grupos políticos anhelan la cohesión del país". "Nos uniremos con cualquier fuerza política sobre la diferencias ideológicas, pero siempre sobre la base de la construcción de un estado basado en instituciones democráticas", detalló Hafez.
Por su parte, Yauad Al Maleki, dirigente de la Alianza Unida Iraquí (AUI), la principal lista chií confesional, explicó a EFE que su grupo, que gobierna aliado con los kurdos, da "la bienvenida a esta propuesta porque aspiramos a crear una amplia y sólida coalición en el próximo gobierno". Maleki expresó su esperanza en que "la alianza kurda y el FAN acepten constituir un gobierno de unidad nacional" pero puntualizó que el futuro ejecutivo deberá basarse en los resultados de los comicios, en los que es previsible la victoria de su grupo.
La posible entrada en el gobierno de la comunidad árabe suní, que representa a un 20 por ciento de los 27 millones de habitantes de Irak, ha sido reiteradamente solicitada por Washington, que considera que así se podría reducir la violencia que asola Irak desde hace más de dos años. Pero hasta el momento, la mayoría de los suníes se habían mantenido alejados de las instituciones y boicotearon las elecciones legislativas de enero en protesta por "la ocupación" de tropas extranjeras. Su boicot hizo que la Asamblea Constituyente que salió de aquellos comicios aprobase un borrador constitucional que no fue respaldado por los suníes, aunque fue aprobado en referéndum, ya que consideraron que amenazaba la integridad territorial del país.
Esta vez, los árabes suníes decidieron participar para obtener una mayor representación en el nuevo Parlamento que surgirá de las elecciones, y minimizar el control que hasta ahora han mantenido los chiíes y kurdos.
En este sentido, el político resaltó el cumplimiento de la tregua adoptada por los terroristas, algunas de cuyas organizaciones se comprometieron a no atacar los centros electorales en las zonas donde el gobierno de Bagdad no controla la situación. Por último, Duleimi instó a la Comisión Electoral Independiente (CEI) de Irak, encargada de la supervisión de los comicios, a realizar "votaciones complementarias en las regiones en que se confirmó la existencia de irregularidades.
También protestó el ex primer ministro iraquí y líder de la Coalición Nacional Iraquí (CNI), Iyad Alaui, que hoy pidió hoy que se investiguen las "infracciones e irregularidades cometidas por una lista rival", de la que no dio el nombre. "Es necesario abrir una investigación seria ya que ha comenzado a suscitarse gran preocupación al comprobarse que algunas instituciones gubernamentales y miembros de la CEI no cumplieron con su deber oficial al haber apoyado a una lista específica", dijo Mahdi Al Hafez, ex ministro de Planificación y miembro de la CNI.
Hafez, consultado por EFE, se refirió a la propuesta de los árabes suníes y dijo que "los que quieren aliarse con otros grupos políticos anhelan la cohesión del país". "Nos uniremos con cualquier fuerza política sobre la diferencias ideológicas, pero siempre sobre la base de la construcción de un estado basado en instituciones democráticas", detalló Hafez.
Por su parte, Yauad Al Maleki, dirigente de la Alianza Unida Iraquí (AUI), la principal lista chií confesional, explicó a EFE que su grupo, que gobierna aliado con los kurdos, da "la bienvenida a esta propuesta porque aspiramos a crear una amplia y sólida coalición en el próximo gobierno". Maleki expresó su esperanza en que "la alianza kurda y el FAN acepten constituir un gobierno de unidad nacional" pero puntualizó que el futuro ejecutivo deberá basarse en los resultados de los comicios, en los que es previsible la victoria de su grupo.
La posible entrada en el gobierno de la comunidad árabe suní, que representa a un 20 por ciento de los 27 millones de habitantes de Irak, ha sido reiteradamente solicitada por Washington, que considera que así se podría reducir la violencia que asola Irak desde hace más de dos años. Pero hasta el momento, la mayoría de los suníes se habían mantenido alejados de las instituciones y boicotearon las elecciones legislativas de enero en protesta por "la ocupación" de tropas extranjeras. Su boicot hizo que la Asamblea Constituyente que salió de aquellos comicios aprobase un borrador constitucional que no fue respaldado por los suníes, aunque fue aprobado en referéndum, ya que consideraron que amenazaba la integridad territorial del país.
Esta vez, los árabes suníes decidieron participar para obtener una mayor representación en el nuevo Parlamento que surgirá de las elecciones, y minimizar el control que hasta ahora han mantenido los chiíes y kurdos.