L D (EFE) Han saltado todas las alarmas en el Heliodoro Rodríguez López. Y es que el Tenerife encadena once jornadas sin conocer la victoria, las tres últimas saldadas con derrota, y puede acabar el año en puestos de descenso. En el intercambio de golpes, el primero en romper las hostilidades fue Toni Moral, quien envió a las redes un centro desde la derecha de Edu Moya. Pero como los buenos encajadores, el Racing de Ferrol se rehizo y respondió con la misma contundencia. Baha fue el encargado de restablecer la igualada al aprovechar un error en el despeje de Cristian Álvarez después de que Moisés estuviera a punto de firmar la jugada de su vida.
El Tenerife, descompuesto e incapaz de dar más de tres pases consecutivos, invitó al Racing a probar suerte. Los de Juan Veiga se sintieron cómodos, muy cómodos, hasta la línea de tres cuartos, pero a partir de ahí carecieron de claridad en el último pase. Con todo, se pudieron adelantar en el marcador cerca del descanso cuando Moisés fue objeto de un penalti que él mismo se encargó de ejecutar, pero pecó de exceso de confianza al cruzar demasiado su suave golpeo, ya con Bernardo vencido al otro palo.
Los locales salieron con otra cara de vestuarios, pero la expulsión de Belli rompió los planes de Antonio López, quien se vio obligado a prescindir prácticamente de las bandas para atacar. En contra de lo esperado, los ferrolanos buscaron el contragolpe y los tinerfeños manejaron con más criterio el balón en la zona ancha. El técnico visitante pareció conformarse con el empate, ya que agotó sus cambios sin variar su dibujo. Pero la suerte se alió con los gallegos, que asestaron el golpe definitivo a siete minutos del final en una internada por la banda derecha de Carlos, quien asistió en el segundo palo a Granón, que marcó a placer el definitivo 1-2.
El Castilla termina echando de menos a Soldado
Sin Soldado, convocado con el primer equipo y sancionado como David Barral, al Real Madrid Castilla le desapareció el gol ante el Lleida. La ausencia de un nueve nato trajo de cabeza a Miguel Ángel Portugal, quien buscó primero en Negredo y al final en Óscar López, un rematador que no existió para culminar la superioridad madridista en el duelo. Ante el Lleida desapareció su llegada y sumó su primer empate como local.
La habilidad e imaginación de Jurado y la fuerza por bandas de Adrian Martín y Balboa debían desequilibrar el partido, pero se llegaba a la media hora del encuentro cuando Adrián, tocado por un virus intestinal, se retiraba y mermaba aún más las posibilidades locales. El Lleida sabía qué partido le interesaba y lo plasmó en la primera mitad. Se dedicó a entorpecer la construcción de fútbol de los blancos y se basó en la calidad de Santos para sumar y seguir su lucha por abandonar la zona baja de la clasificación.
En la segunda parte, el Lleida pudo haber marcado el 0-1 tras un pase de la muerte de Santos a Sergio, que no acertó con todo a placer y se estrelló con Palencia en su disparo. El Castilla buscó hasta el último segundo el gol del triunfo pero fue el Lleida el que tuvo en el minuto 89 la gran oportunidad del partido. Nakor cogió la espalda a la zaga local y en su mano a mano con el portero se topó con un rápido Cobeño que sacó por bajo el esférico y salvó un punto para su equipo.