L D (EFE) Garbajosa tiene los centímetros y la posición de un pívot, pero también la muñeca de los tiradores. La línea de 6,25 forma parte de los territorios donde evoluciona. Desde el arco fusiló a los blancos. Siete de diez en triples para el internacional español, que firmó 26 puntos. El Unicaja maneja unos números en ataque que hablan de un gran conjunto ofensivo. En el Palau Blaugrana anotó hace poco 115 puntos, en el Madrid Arena, contra el Estudiantes, casi firma la centena (98) y en los cuatro primeros minutos frente al Real Madrid anotó todo lo que lanzó.
Un par de triples nada más arrancar, con la firma de Walter Herrmann y Garbajosa, y las primeras pinceladas de un fantástico Carlos Cabezas dejaron helado al campeón de la ACB (12-0). El ganador de la Copa sólo sacaba de fondo y fracasaba en el aro contrario hasta que el croata Marko Tomas rompió la sequía blanca. El alero ejecutó el tiro, pero la razón de la reactivación blanca anidaba en otra parte de la cancha: dentro de la zona. Felipe Reyes alargó los brazos para empezar a capturar rebotes ofensivos y, gracias a esas posesiones recuperadas, el Madrid desbloqueó su ataque.
El rebote jugó un papel capital para un equipo huérfano de estrella. El estadounidense Louis Bullock pasó por la pista en la que fue adorado antes de seguir los pasos del técnico serbio Bozidar Maljkovic sin ruido. Los ex compañeros le conocen, el italiano Sergio Scariolo le tendió una trampa en la pizarra y Marcus Brown le sacó de la pista desde el principio con una defensa a ras de suelo. Bullock puso rumbo al banquillo antes del descanso (m.13) cargado con tres personales. Luego regresó, pero fue una mala copia de sí mismo. El francés Moustapha Sonko dio la cara por el estadounidense y por todo los madridistas -diecisiete puntos-, consiguió que el Madrid siguiera a flote mientras el Unicaja le golpeaba una y otra vez. Al final, se encontró solo ante el peligro.
Sonko posibilitó el 30-37 del descanso a medias con Reyes. Dio vida al Madrid en un tercer cuarto vertiginoso (48-45 m.28) y demostró un carácter inquebrantable. El francés evitó el hundimiento en el tercer cuarto pese a los cuatro triples que Garbajosa anotó a lo largo del periodo hasta que ya no pudo más. El Unicaja tradujo el magnífico trabajo de Carlos Cabezas, las oportunas apariciones de Herrmann en el perímetro, el trabajo de Brown y la superioridad colectiva en un 56-45 que, sin embargo, tampoco condenó a los madrileños.
La escasa incidencia de Bullock en el partido y la constancia del estadounidense Venson Hamilton volvió a darle un oportunidad al Madrid (56-52 m.34). Pero ya no hubo más. Los malagueños aceleraron por última vez y acabaron como un vendaval que supone la primera victoria del Unicaja sobre los blancos en el Martín Carpena desde 2003 y su novena victoria continental consecutiva en casa.