L D (Europa Press) Para el presidente de la Generalidad, Pascual Maragall, el "tremendismo" del líder de CiU, Artur Mas "no tiene base sólida" y le recordó el recorrido de las declaraciones de los líderes de CiU durante la negociación en Cataluña que pasaron de proclamar la "defunción" de la reforma en julio a confiar en el "milagro" en septiembre. La negociación del proyecto de Estatuto en Madrid prácticamente monopolizó la sesión de control en el Parlamento catalán y Maragall aprovechó para insistir en que la contrapropuesta de financiación autonómica presentada por el Gobierno central es "claramente insuficiente y muy difícil de aceptar". No obstante, insistió en que "hay margen para el acuerdo si hay voluntad" y auguró que se conseguirá "perfilar una propuesta aceptable".
Según Maragall, el estado de la negociación es "muy parecida" a la que se había previsto" y recordó a Mas que "nadie se había hecho ilusiones sobre que esto fuera fácil". Para Maragall, las "dificultades que encontramos no son diferentes a las que podíamos imaginar" y recordó al líder de CiU que "haríamos más fuerza todos juntos que separados". Por ello, pidió solemnemente a Mas que "no rompa las filas de una posición unánime en toda la geografía política catalana". La respuesta de Mas fue contundente y, aunque señaló que "ya veremos si es corregible" la propuesta de financiación de Pedro Solbes, advirtió que "si la financiación no sale satisfactoriamente para Cataluña, CiU se planteará la retirada". Además, el líder de CiU pidió que, en ese caso, Maragall "no ponga impedimentos".
Por su parte, el líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, pidió que "por dignidad, coherencia y sentido común" se defienda la propuesta que aprobó el Parlamento de Cataluña el pasado 30 de septiembre, ya que "con esta contrapropuesta no vamos a ninguna parte". Carod explicó que ERC entiende el documento elaborado por Solbes como "una maniobra de negociación" y aseguró que "hay un largo recorrido" para negociar.
Maragall también respondió a las acusaciones del presidente del PP de Cataluña, Josep Piqué, quien aseguró que la colaboración y diálogo entre la Generalidad y el Gobierno central es "de boquilla" y "cara a la galería" y auguró que "si sale alguna cosa" de la reforma de Estatuto supondrá una rebaja que "malgastará la dignidad de este Parlamento".