L D (Agencias) Según la propia interpretación de Carod Rovira, "el Estatut se redactó en ausencia de violencia y salió adelante con un apoyo abrumador de partidos políticos, organizaciones sindicales, empresariales, universidades, asociaciones deportivas y Cámaras de Comercio. Además, respeta escrupulosamente todas las normas marcadas por la legalidad vigente". Pero, dice el presidente de Esquerra Republicana, "el problema es que, desde hace por lo menos un siglo, el anticatalanismo y, a veces, incluso, la catalanofobia es la expresión de masas del españolismo. Con lo cual, los prejuicios y tópicos están enraizados que cualquier cosa que venga de Cataluña es objeto de rechazo".
En una entrevista en La Clave, Carod achaca ese "anticatalanismo" a que existe una parte de la población que tiene "una idea unitaria de España" para la que resulta "difícil" aceptar que Cataluña es un territorio "donde el 90 de los ciudadanos entienden su lengua nacional, que la mayoría lo habla y que su uso no tiene connotaciones ideológicas, sino estrictamente lingüísticas, como ocurre en Francia con el francés".
También, sostiene, hay a quien "le cuesta admitir que Cataluña tiene un peso económico indudable y distinto al que existe en otros ámbitos del Estado. Tenemos el mayor número de empresas y el menor de funcionarios por cada mil habitantes. Esto emana de una cultura civil que se ha ido conformando a sí misma sin esperar a la subvención o al subsidio", continuó.