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Baleares anuncia que seguirá aplicando su propia ley antitabaco tras la entrada en vigor de la nueva norma

El Gobierno de Baleares pretende seguir aplicando su propia ley del tabaco a partir de 2006 pese a que el 1 de enero entra en vigor la nueva normativa estatal. La razón argumentada es que su ley defiende mejor los derechos de los no fumadores, pues separa habrá espacio obligado para quien no fume en los locales de menos de 100 metros cuadrados. Desde Sanidad ya han respondido que la nueva norma es estatal y ha de cumplirse en todo el territorio nacional.

El Gobierno de Baleares pretende seguir aplicando su propia ley del tabaco a partir de 2006 pese a que el 1 de enero entra en vigor la nueva normativa estatal. La razón argumentada es que su ley defiende mejor los derechos de los no fumadores, pues separa habrá espacio obligado para quien no fume en los locales de menos de 100 metros cuadrados. Desde Sanidad ya han respondido que la nueva norma es estatal y ha de cumplirse en todo el territorio nacional.
L D (Agencias) El anuncio lo hizo este jueves la consejera balear de Salud y Consumo, Aina Castillo, quien en rueda de prensa aseguró que ha encargado un informe a los servicios jurídicos de la Comunidad para que "avale" la decisión del Ejecutivo autonómico, que responde a una petición de los representantes de la Confederación de Asociaciones Empresariales de Baleares (CAEB), con quienes se reunió esta mañana. Según informa Efe, Castillo explicó que su norma es más restrictiva con el tabaco, ya que obliga a todos los bares y restaurantes que deseen seguir teniendo clientes fumadores a habilitar dos zonas diferenciadas, frente a la del Gobierno central, que establece esta obligación sólo en los de más de 100 metros cuadrados.

"Aplicar la norma estatal es un paso atrás en la lucha a favor de la salud pública", argumentó la consejera, quien en su comparecencia ante los periodistas dijo no entender por qué "se permite morir en los locales más pequeños" y "no en los más grandes", partiendo de la premisa de que "el tabaco mata". En este sentido, recordó que la gran mayoría de los establecimientos de restauración de las islas son de menos de 100 metros cuadrados y que la mayor parte de estos ya ha anunciado que permitirá fumar, teniendo en cuenta que la legislación estatal da a los pequeños locales la oportunidad de escoger.

Por otro lado, avanzó que pedirá una audiencia a la ministra de Sanidad, Elena Salgado, a la que asistirá con representantes de la CAEB, para apoyar a esta patronal en su petición de que se alargue el plazo para adaptarse a la ley estatal, de los ochos meses actuales a 2 ó 3 años. El presidente de la CAEB, Josep Oliver, explicó que esta demanda se realiza porque las separaciones físicas que exige la ley estatal en los locales de más de 100 metros requieren trabajos de construcción, lo cual significa que estos establecimientos se encontrarían en obras en plena temporada turística, con el perjuicio que ello comporta. Los empresarios aportarán un informe sobre los costes, para exigir una ayuda al Gobierno.

Desde el Ministerio de Sanidad ya se ha respondido a la iniciativa balear. Según el Gobierno, la ley del tabaco, aprobada el pasado día 16 por el Congreso de los Diputados, es una ley estatal y, por lo tanto, básica y de obligada aplicación en todo el territorio nacional. El secretario general técnico del ministerio de Sanidad, Javier Ignacio Vega, dijo que todas las CCAA deben aplicar esta ley y si quieren pueden desarrollarla, pero siendo respetuosos con la legislación básica; por lo tanto la ley estatal debe observarse.

A su juicio, la legislación balear lo único que permite en los establecimientos de hostelería y restauración es habilitar zonas de fumadores sin decir cómo. "Bastaría con un biombo o pintar una raya en el suelo para delimitar la zona de fumadores y no fumadores, sin exigir ningún otro requisito", subrayó. La legislación estatal, en cambio, exige no sólo la señalización a través de carteles, sino también la separación física y la debida compartimentación y ventilación, pues "de lo que se trata es de garantizar la perfecta estanqueidad de los espacios reservados a fumadores con el fin de que los fumadores pasivos no puedan verse contaminados por el humo".

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