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El PP exige a los gobiernos vasco y central que impidan el acto de Batasuna-ETA el día 21 o los denunciará

La presidenta del PP del País Vasco reclamó este domingo al consejero de Interior, Javier Balza, y al delegado del Gobierno, Paulino Luesma, que "hagan su trabajo" e impidan la celebración del "Congreso Nacional de Batasuna" el próximo día 21. En caso contrario, su partido "denunciará" a ambos. María San Gil les recuerda que Batasuna-ETA es una formación ilegalizada y no puede celebrar este tipo de actos. Los batasunos se jactaron este fin de semana de haber reunido hasta ahora a más de 7.000 militantes en 250 "asambleas".

La presidenta del PP del País Vasco reclamó este domingo al consejero de Interior, Javier Balza, y al delegado del Gobierno, Paulino Luesma, que "hagan su trabajo" e impidan la celebración del "Congreso Nacional de Batasuna" el próximo día 21. En caso contrario, su partido "denunciará" a ambos. María San Gil les recuerda que Batasuna-ETA es una formación ilegalizada y no puede celebrar este tipo de actos. Los batasunos se jactaron este fin de semana de haber reunido hasta ahora a más de 7.000 militantes en 250 "asambleas".
L D (Europa Press) María San Gil indicó la necesidad de realizar una "profunda reflexión sobre hacia dónde va España" e insistió en que, en Euskadi, "lo único que ha cambiado, y a peor, es la actitud del PSE", a pesar de que "determinados partidos políticos quieren hacer creer que algo ha cambiado en ETA-Batasuna". En una entrevista a la cadena SER, recogida por Europa Press, San Gil aseguró que su partido, que esta semana presentó un requerimiento al consejero vasco de Interior para que no se celebre el acto de Batasuna, denunciará a Javier Balza si finalmente se lleva a cabo, así como al delegado del Gobierno en el País Vasco.
 
La dirigente popular recordó que Batasuna es una formación ilegalizada, que como tal "no puede celebrar actos y menos en lugares públicos". Por ello, consideró que "la fuerza de la ley y del sentido común es la que se tiene que imponer" y, así, "si es una formación ilegalizada, no puede celebrar actos y ahí tendrá que estar el consejero de Interior y el delegado del Gobierno para hacer su trabajo".  "No se les pide que hagan nada fuera de lo normal", sino que se les exige que "hagan su trabajo, ejerzan su responsabilidad política e impidan que el acto de Batasuna se pueda celebrar", insistió.
 
En relación a la polémica suscitada tras las declaraciones del teniente general José Mena, San Gil eludió valorar sus afirmaciones, si bien indicó que sería preciso realizar una reflexión "profunda" sobre "hacia dónde va España" y por qué "cada día es mayor el número de españoles que se siente intranquilo y preocupado por la debilidad del señor Zapatero frente a los nacionalistas, frente a los terroristas". En el País Vasco "esa preocupación, ese desasosiego lo tenemos desde hace dos años, desde que el señor Zapatero llegó a la presidencia del Gobierno y vimos que había una enorme debilidad frente a las exigencias nacionalistas, que son absolutamente inasumibles", dijo. "Aquí sabemos que el Plan Ibarretxe va a volver a surgir", continuó San Gil, para quien este año "no será el de la libertad", pero sí "volverá a ser" el de esta propuesta.
 
Sólo cambia el PSE
 
En este sentido, aseguró que le "encantaría" poder decir que existen "pruebas y evidencias claras de que algo ha cambiado", pero, a pesar de que "nos quieren hacer creer determinados partidos políticos que algo está cambiando en el mundo de ETA-Batasuna, que algo se está moviendo", si se analiza "fríamente" la situación política, se percibe que "lo único que ha cambiado y a peor es la actitud del PSE, respaldada o liderada por el PSOE". De esta manera, criticó que los socialistas, que antes apostaban por "propiciar la alternativa al PNV y querer la derrota del terrorismo, ya no tienen la "misma" actitud y se han "plegado de forma absolutamente voluntaria" a las exigencias nacionalistas, incluso apoyando las cuentas vascas de 2006, con "partidas para Udalbiltza y para los familiares de los presos".
 
Por su parte, a su entender, "ETA-Batasuna no ha cambiado en absoluto", de forma que a lo largo de los últimos meses ETA "sigue estando muy activa y no hay un solo gesto, un solo indicio de que, de verdad, este año deje de matar". En cualquier caso, opinó, en relación a la resolución del Congreso sobre el diálogo en caso de que cese la violencia, que, "si ETA deja de matar, alguien tendrá que explicar de qué vamos a hablar con ETA". "No tiene ningún sentido", manifestó, añadiendo que cuando un gobierno aprueba una resolución de estas características "está cayendo en la trampa del terrorismo".
 
En esta línea, insistió en que "con ETA no hay que hablar, no hay que negociar, a ETA hay que derrotarla" porque "los propios terroristas no dialogan, o matan o imponen", por lo que "no hay que darles argumentos políticos". "Hay que derrotarlos con la fuerza de la ley y con la ley en la mano se puede derrotar a ETA", argumentó la dirigente del PP, que cree "increíble" que José Luis Rodríguez Zapatero haya pasado de propugnar el Pacto Antiterrorista a impulsar esta iniciativa. María San Gil indicó, en este sentido, que no tiene "pruebas" de que el Gobierno haya dialogado ya con ETA, si bien dirigentes de Batasuna han reconocido "contactos oficiosos" con dirigentes socialistas, lo que considera que "ya es hablar, negociar, no sé cuál es la diferencia".

Asimismo, dijo sentirse preocupada porque el lehendakari, Juan José Ibarretxe, "esté hablando todo el día de pacificación y de normalización cuando en el fondo lo que quiere decir con normalización es que asumamos perfectamente que el País Vasco no forma parte de España, que podamos separarnos y que busquemos la independencia, y por pacificación entiende claramente que no hay que derrotar a los terroristas, sino que hay que hacerles formar parte de nuestra vida política". Para la presidenta del PP vasco, "eso es un enorme error" que políticamente conlleva "una gran preocupación" ya que, "a la gente le suena muy bien hablar de pacificación, de normalización, de diálogo, pero en el fondo es absolutamente perverso porque es introducir a los terroristas en nuestra vida política, es no hacerles pagar por el daño que han cometido y es intentar, poquito a poco, que Euskadi sea independiente de España".

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