Debido a la amenaza que supone para los vecinos de Turquía, la FAO ha pedido a los países fronterizos, como Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Irak, Irán y Siria, que "estén en estado de alerta y extremen la vigilancia", según la nota. Además, les ha solicitado que "se aseguren de que la población esté bien informada sobre el peligro que representa la gripe aviar". Mientras tanto, la organización de la ONU ha enviado a Turquía un equipo de expertos que ayudarán a las autoridades locales en su lucha contra la epidemia.
Algunos países ya han anunciado medidas más estrictas contra la gripe aviar tras el agravamiento de la situación en Turquía. El ministro alemán de Agricultura, Horst Seehofer, afirmó este miércoles que el país "muy probablemente" deberá encerrar todos sus aves de corral para impedir la gripe aviar en Alemania, donde residen unos dos millones de turcos que suelen traer productos de su país. Los controles en la entrada de aves se harán, además más rigurosas, según informó Angela Merkel el martes.
En la media docena de casos verificados, se ha constatado que el virus es el H5N1, el más peligroso. Desde que se conociera la noticia de los decesos, los primeros lejos del sudeste asiático, la psicosis se ha adueñado de la población y cientos de personas se han acercado a los hospitales de todo el país al creer que podrían estar infectados por el virus.
Sin embargo, Dazon subrayó que no existen motivos para el pánico, ya que en su opinión las autoridades turcas han adoptado las medidas adecuadas para contener el brote. "Estamos satisfechos con la acción del Ministerio de Salud y con las facilidades ofrecidas para que nuestro equipo trabaje con libertad y transparencia", aseguró a los periodistas.
El equipo de la OMS llegó a Ankara la pasada semana, poco después de que se anunciara la muerte de la niña Hula, de once años, hermana de los dos adolescentes de la familia Kocyigit fallecidos días antes. Las autoridades aún no han confirmado que Hula sufriera gripe aviar, pese a que al igual que sus hermanos había estado en contacto directo con un ave enferma que murió en el patio de su casa. El objetivo principal de los expertos internacionales era analizar el brote y supervisar las medidas adoptadas para evitar el mal.
"La población, especialmente en las áreas infectadas, debe entender perfectamente que el peligro está en el contacto directo de los humanos, en especial los niños, con aves de corral enfermas o muertas", insistió Dazon. De los catorce casos bajo sospecha, trece son niños procedentes de regiones rurales del este y el norte del país, y el restante es un hombre de 60 años.
El brote en Turquía es el primero que se detecta lejos del sureste asiático desde que hace meses reapareciera la enfermedad y segara la vida de más setenta personas en la zona. China anunció este miércoles dos nuevos casos de muerte en humanos. La principal preocupación de los científicos es la posibilidad de que el virus mute en una forma que facilite el contagio entre personas y produzca una pandemia.