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Zapatero pide "unidad" pero Maragall proclama la "nación catalana" y vuelve a enfrentarse al PSOE

Zapatero esperaba llegar al Comité Federal del PSOE con el acuerdo del Estatuto pero no contaba con las diferencias en financiación y definición de Cataluña. En ese escenario, pidió a los partidos catalanes un "último esfuerzo" y a los socialistas, "unidad". No se escenificó: Maragall proclamó la "nación catalana" y los socialistas extremeños intensificaron las críticas. Bono e Ibarra plantaron al presidente y Rubalcaba salió de la reunión como "san Alfredo". Rajoy les ha recordado que el "objetivo nacional" no es "discutir si somos varias naciones o un cóctel plurinacional".

Zapatero esperaba llegar al Comité Federal del PSOE con el acuerdo del Estatuto pero no contaba con las diferencias en financiación y definición de Cataluña. En ese escenario, pidió a los partidos catalanes un "último esfuerzo" y a los socialistas, "unidad". No se escenificó: Maragall proclamó la "nación catalana" y los socialistas extremeños intensificaron las críticas. Bono e Ibarra plantaron al presidente y Rubalcaba salió de la reunión como "san Alfredo". Rajoy les ha recordado que el "objetivo nacional" no es "discutir si somos varias naciones o un cóctel plurinacional".
(Libertad Digital) José Luis Rodríguez Zapatero comenzó su intervención en el Comité Federal del PSOE con referencias al Estatuto y lo primero que hizo fue un llamamiento a las "fuerzas políticas de Cataluña, que han mostrado voluntad de diálogo y encuentro, para que hagan el último esfuerzo que pueda culminar en un gran acuerdo". En la línea adelantada sorpresivamente por Maragall esta semana, cuando reconoció que el Estatuto es la "salvación" de Zapatero porque resolverá el "problema catalán y vasco", el presidente del Gobierno se mostró orgulloso de que "si logramos ese acuerdo, esta tarea pasará a formar parte de la hoja de servicios".
 
Pero tras dar muestras de su confianza y optimismo, Zapatero dejó paso a la crítica al PP, al que volvió a reprochar que no haya formado parte "del diálogo". Obviando el Pacto del Tinell que sostiene a Maragall en la Generalidad, el presidente del Gobierno explicó que los populares "han estado siempre convocados y lo están". Ahora, sostuvo, "después de lo que hemos oído en los últimos meses, la gran mayoría de los españoles debe saber que si el PP no está en el proceso de diálogo y negociaciones es sencillamente porque su estrategia es otra. Estoy plenamente convencido de que el tiempo les hará reflexionar y estarán obligados a una autocrítica". 
 
El fin del terrorismo: "largo, duro y difícil"
 
La segunda referencia de su discurso fue para el terrorismo etarra, aunque ni pronunció la palabra terrorismo ni pronunció a la banda ETA. Zapatero habló del "terror" cuando recordó que "este país ha tenido un formidable avance, progreso, consolidación de su democracia en los últimos 30 años". "Sólo queda un gran lastre que hemos arrastrado desde hace casi 40 años, la violencia del terror: podemos terminar con ello y recuperar plenamente la libertad en Euskadi". También aprovechó para lanzar otro mensaje: "La dignidad de la convivencia democrática requerirá el concurso de todos, respetar la ley por parte de todos y atención, cariño, respeto y reconocimiento a quienes directamente han padecido el horror".
 
Del optimismo de los últimos meses Zapatero pasó este sábado en Madrid a una actitud más reservada: "En 2005 hemos trabajado para lograrlo, en 2006 seguiremos trabajando, será largo, duro y difícil, pero lo conseguiremos y ese día podremos decir que vivimos completa y definitivamente en paz en Euskadi y en el conjunto de España".
 
Repaso optimista y sin autocrítica
 
Tras estas dos referencias, el secretario general del PSOE repasó los "logros" de su Gobierno durante el pasado año y los enfrentó a los del PP. Dijo que los socialistas "gestionamos mejor la economía y el empleo" y atacó la "política partidista" de Aznar. Además, se refirió al "buen acuerdo" entre España y la UE sobre perspectiva financieras: "Todo es ya una realidad". Por eso, concluyó: "Estoy más que razonablemente satisfecho pero tenemos que ser exigentes con nuestro trabajo".
 
Y habló de patriotismo, en este caso no ya "patriotismo social" sino de "patriotismo que se hace día a día". Reiteró su compromiso para cumplir con el programa electoral y "mejorar la cohesión territorial para aumentar el respeto que tenemos en el mundo". A sus compañeros les pidió confianza "en nosotros mismos, en este país". Su mensaje fue: "Que nadie se amilane ante los profetas del miedo" porque "tenemos derecho y la fuerza para hacer realidad lo que nos pidieron los españoles, un país más abierto, más libre, más moderno, más desarrollado, más justo y más autentico".
 
Bajar impuestos, otra vez "de izquierdas"
 
A la derecha, "esta derecha", pidió que "supere las derrotas", ponga más ideas "encima de la mesa" y deje "a un lado los insultos". Y como suele ser habitual cuado se dirige al Comité Federal, concluyó pidiendo trabajo y esfuerzo a sus compañero de partido: "La mejor receta es trabajar cerca de los ciudadanos, practicar la unidad, mirar al futuro y confiar plenamente en lo que nos une, que es la democracia".
 
Y cuando habló de la reforma fiscal que acababa de presentar Solbes volvió a decir que "bajar impuestos es de izquierdas". Zapatero resumió los objetivos de la nueva ley fiscal diciendo que buscaba recuperar equidad en el tratamiento fiscal para todos los contribuyentes, simplificar impuestos, rebajar la carga fiscal para las rentas salariales medias y bajas, aumentar la productividad y contribuir al crecimiento económico y creación de empleo. Este mismo sábado, la prensa destacaba en portada que el nuevo IRPF "castiga a las familias con más de dos hijos". Y ponía un ejemplo: "Un matrimonio con tres hijos y 50.000 euros de sueldo de uno de los cónyuges pagará 600 euros más; un soltero con la misma renta, sin hijos, se ahorrará 270.

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