L D (Agencias) El presidente de la Generalidad afirmó este domingo que la ausencia de ERC en un acuerdo sobre la reforma del Estatuto debilitaría el texto y abogó por "dejar de lado los partidismos y poner por delante los intereses de Cataluña". Así, mostró su esperanza en que "antes de comenzar la discusión parlamentaria en las Cortes españolas, el próximo 6 de febrero, el acuerdo conseguido sea todavía más amplio".
Según Maragall, "ninguno de los partidos presentes en el acuerdo del 30 de septiembre de 2005 tendría que estar ausente porque de alguna forma, aunque ninguno por separado es imprescindible, se debilitaría el acuerdo obtenido con penas y trabajos entre todos".
El presidente catalán advirtió que "este reconocimiento no da derecho de veto sobre el Estatut, ni moral ni efectivo, a ninguno de los cuatro partidos que lo aprobaron en el Parlament". Y añadió: "Tampoco tendría sentido la inhibición de ninguna de estas fuerzas a la hora de pedir que el pueblo de Cataluña dé su aval al nuevo texto".
Ridao "tranquiliza" frente a las presiones
La respuesta de ERC no se ha hecho esperar. En declaraciones a las agencias, su portavoz en el Parlamento catalán replicó que "nuestro planteamiento es coherente, mientras que el resto de partidos catalanes no lo son porque han acabado aceptando un acuerdo de rebajas con el PSOE".
En cuanto a la continuidad de ERC en el Gobierno catalán, Ridao señaló que "decimos y repetimos que somos partidarios de continuar tanto si nuestra opción es a favor como si es en contra" del nuevo Estatuto "porque, para nosotros, el Pacto del Tinell tiene recorrido al margen del Estatuto".
A su juicio, el solo planteamiento de una marcha de ERC de la Generalidad supondría "acabar premiando las maniobras de Artur Mas y de CiU poniendo en peligro la estabilidad del propio Gobierno de Cataluña". Además, aclaró que su posible abstención en la votación del Estatuto "no se tiene que interpretar como un veto por nuestra parte" porque "actualmente, el Estatuto está virtualmente aprobado" con el visto bueno de socialistas, convergentes y eco-comunistas. Por eso insistió en "tranquilizar" a Maragall sobre la continuidad del gobierno tripartito.
Ridao remarcó que "no cerramos la puerta a seguir negociando si se nos da margen" pero rechazó cualquier ultimátum sobre cuándo debe pronunciarse ERC. Ridao rechazó así la petición de Maragall de que ERC se sume al acuerdo antes del 6 de febrero, cuando se inicie el debate parlamentario en las Cortes españolas.