El estudio de la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M habla especialmente de las secuelas psicológicas de las víctimas y de sus familiares, y sostiene que el 70% de los encuestados presentan ansiedad elevada, estrés, irritabilidad ante determinados sucesos, cambios de carácter y dificultades para utilizar el transporte público, y de ellos el 48,6% está recibiendo asistencia psicológica a causa del atentado.
Más de la mitad dicen sufrir un impacto en la vida de pareja y familiar, y un 43% dice que sus hijos están afectados psicológicamente.
En el estudio, la Asociación dice que el 100% de las víctimas del atentado del 3 de abril en Leganés "no han obtenido el reconocimiento oficial como víctimas del terrorismo", y que por tanto, no tienen los derechos a los que alude la Ley de Solidaridad. Dicha ley no satisface al 62% de los encuestados y solicitan su modificación. Además el 60% se encuentra en total desacuerdo con la actual política de lucha contra el terrorismo del Gobierno.
Mientras que en el momento del atentado el 90% de los encuestados trabajaban, en la actualidad sólo lo hace el 62% y los demás o bien están desempleados o se han visto obligados a cambiar de empleo. Un 39% y un 25% de las víctimas y de los familiares, respectivamente, se encuentran aún en situación de baja laboral.
De entre los encuestados, el 85% se han mostrado satisfechos con el trato y la atención ofrecida por la totalidad de los profesionales sanitarios y los trabajadores sociales que les ha atendido.