L D (EFE) En la resolución, el magistrado señala que "la necesidad actual de proceder a la clausura de los locales indicados -en referencia a las "herriko tabernas"- se infiere de cómo una vez intervenida su actividad económica -medida acordada por el juez Baltasar Garzón el 9 de mayo del 2003- se ha podido comprobar que continúa dando cobertura e infraestructura a los fines criminales imputados".
En este sentido, el juez afirma que la celebración de una reunión "orgánica" de Batasuna en la "herriko taberna" de Usurbil "permite colegir, en grado de seria probabilidad, como la intervención actualmente vigente en modo alguno es suficiente a los fines de soslayar la reiteración delictiva". Grande-Marlaska pide en consecuencia a los servicios de información de la Guardia Civil y de la Policía "que informen sobre las actividades desarrolladas por aquéllas (las 'herriko tabernas') a partir del año 2002, incidentes policiales y judiciales en los que hayan podido verse relacionadas, etc.".
El objetivo de esos informes, explica, es "concretar si las medidas cautelares actualmente vigentes devienen suficientes a los fines de evitar la reiteración en el actuar descrito a lo largo de la causa". Sobre la clausura de la "herriko taberna" Aitzaga, el juez indica que esta medida se acuerda por un periodo de dos años, tal y como solicitó ayer la Fiscalía, porque éste es el plazo por el que el pasado 17 de enero se ordenó la suspensión de actividades de la ilegalizada Batasuna.
La clausura la realizará la Guardia Civil
El auto dispone que la clausura sea llevada a cabo por la Guardia Civil, lo que comunica al Departamento de Interior del Gobierno vasco "a fin de que por la Ertzaintza se proceda a dar cobertura" al instituto armado. La actuación judicial parte de un informe elaborado del Servicio de Información de la Guardia Civil en el que se daba cuenta de que, el pasado 19 de enero, este cuerpo recibió una información confidencial "sobre la posible presencia y la reunión de destacados dirigentes de Batasuna en la 'herriko taberna' de Usurbil".
La Guardia Civil montó entonces un dispositivo de vigilancia en el lugar, y pasadas las 16.00 horas localizaron en las proximidades del mismo varios vehículos de personas relacionadas con Batasuna. Dos horas después, observaron la llegada de otro automóvil del que se bajaron los dirigentes de esta formación Pernando Barrena y Arnaldo Otegi, quienes a continuación entraron en la "herriko taberna".
La reunión se prolongó hasta las 20.30 o 21.00 horas, cuando los agentes vieron salir del local a Otegi y Barrena y a otras siete personas identificadas como Joseba Permach, Asier Arraiz, Juan José Petrikorena, Mikel Etxaburu, Imanol Iparragirre, Asier Imaz y Rufino Etxebarria, todos ellos miembros destacados de Batasuna. La Guardia Civil concluía que a pesar de haber sido ilegalizada por el Tribunal Supremo y suspendidas sus actividades por la Audiencia Nacional, Batasuna "parece querer mantener sus actividades orgánicas", en este caso mediante la celebración de una reunión dos días antes de su proyectado -y luego prohibido- Congreso Nacional en el Bilbao Exhibition Centre (BEC) de Barakaldo.
El informe señalaba también que, aunque "se desconoce el contenido de la reunión", el 19 de enero "ocurrieron cuestiones de gran importancia para Batasuna", como las reuniones que por la mañana sus dirigentes habían mantenido con representantes de otros partidos políticos a raíz de que Grande Marlaska prohibiera la celebración del acto convocado en el BEC para el día 21 de ese mes. También a lo largo del día de la reunión "se clausuraron por orden judicial dos sedes de la ilegalizada Batasuna, en concreto la de Bilbao y la de San Sebastián".