L D (EFE) El Tau encaró la eliminatoria decidido a abrirse paso y no caer en cuartos como antes en Zaragoza. El corro de sus jugadores después de la presentación por megafonía reveló la determinación del grupo vasco. Quieren el título y han retomado la intensidad y el ritmo que alcanzaron la temporada pasada con el serbio Dusko Ivanovic en el banquillo.
El Joventut, que nunca había escondido las ansías de revancha por la final de Sevilla 2004 (80-76), cedió un 9-0 de salida en el comienzo de unos excelentes minutos a cargo de Tiago Splitter y el estadounidense Travis Hansen. Entre los dos reventaron al equipo verdinegro por dentro y por fuera de la zona bajo la batuta de Pablo Prigioni al comienzo y al final, en los mejores momentos del cuadro del Olímpico.
Prigioni dirigió, recuperó balones (tres), asistió (3) y mandó en el primer cuarto. El base sacó al Tau al contragolpe siempre que pudo y, en los ataques posicionales, alimentó de balones a las muñecas calientes de su equipo. Once puntos de Splitter, siete de Hansen y otros tantos del turco Serdan Erdogan, que irrumpió desde el banco como un ciclón, desvistieron al Joventut en el primer cuarto, cerrado con una ventaja de trece puntos para los vascos (27-14). Los catalanes parecían perdidos. Seis pérdidas de balón forzadas por los constantes dos contra uno de los vitorianos y la facilidad del Tau para anotar les auguraban un oscuro futuro. El Tau estaba completamente enchufado al partido. Pero el Joventut mantuvo la calma.
El regreso de Elmer Bennett a la pista por Marcelinho Huertas, la clase y la ambición de Rudy Fernández, así como las acertadas apariciones de Lubos Barton por dentro de la pintura reactivaron al equipo de Aíto García Reneses en los minutos previos al descanso. El Joventut tocó fondo con 42-22 en el marcador. Nada le salía, pero la presión defensiva ordenada por Aíto le dio magníficos dividendos y le resucitó pese a la solidez demostrada por los hombres del croata Velimir Perasovic (44-36). La eliminatoria, después de todo, seguía viva a falta de los dos últimos cuartos. La mejoría catalana apretó aún más el choque a la vuelta del descanso. Aunque Erdogan recibió a los verdinegros con dos triples en el arranque del tercer tramo, el Joventut mantuvo la entereza.
En el minuto veinticinco la distancia había bajado a seis puntos (53-47). Los problemas para atacar paraban al Tau, mucho mejor controlado por las defensas alternativas badalonesas. A falta del último periodo, nadie podía dar por muerta a la 'Penya' (62-55), que también respiraba gracias al esforzado trabajo del británico Andrew Betts en la pintura. Pero Splitter, borrado del ataque desde la racha inicial, resurgió en el momento clave. El pívot de origen brasileño buscó de nuevo el aro badalonés desde la zona, hasta corrió algún contragolpe adornado por un mate. Le secundó otra vez Hansen y el Tau se metió media eliminatoria en el bolsillo.
Los reajustes defensivos del Joventut, que forzaron numerosas pérdidas a los vascos, no pudieron compensar el acierto y la experiencia del Tau cuando llegó la hora de dictar sentencia. Erdogan la adelantó a poco más de cuatro minutos y medio para la bocina con un dos más uno (80-65). El Tau apunta alto en Madrid.