L D (EFE) Ambos ataques se produjeron hacia las 2:25 horas de la madrugada de este sábado, en el caso de Markina al prender líquido inflamable en la puerta del juzgado de Paz, lo que provocó daños en la puerta y el ennegrecimiento del interior del local.
En Baracaldo, los radicales arrojaron un cóctel molotov contra la cristalera del edificio Mapfre, en el barrio de Beurco, lo que motivó desperfectos en el cristal, el techo y el mobiliario de la oficina. Así mismo, el juzgado de Bergara (Guipúzcoa) fue apedreado minutos antes de la medianoche, sin que sufriera daños. En la provincia guipuzcoana de Zumárraga han apedreado el Ayuntamiento de la localidad rompiendo varios cristales de la Casa consistorial.
Los socialistas de esta localidad guipuzcoana exigen a la ilegalizada Batasuna que condene este atentado y ordene la "paralización" del terrorismo. "Al margen de estos ataques, tenemos que dejar claro a sus autores que en ningún momento vamos a dejar de trabajar por y para Errenteria, tal y como está haciendo el PSE/EE para conseguir la ansiada normalización de nuestra tierra. Solamente con el cese de la violencia y del terrorismo podremos progresar y conseguir mayores cotas de bienestar", destacan.
Los ataques se han extendido a Navarra
Pero no han sido los únicos actos terroristas que se han producido en la noche de este sábado, tras la muerte de dos presos etarras. Pasadas las 12 de la noche los proetarras cortaron con neumáticos en llamas una vía férrea en Navarra. El tren que cubre el trayecto Barcelona-Irún quedó detenido en Alsasua, volviéndose a abrir la vía a las 0.55 horas. Por otra parte, radicales cortaron también con neumáticos ardiendo la autovía que une Pamplona y Vitoria. El suceso se produjo a las 23.45 horas y, después de que la Guardia Civil retirara los neumáticos, el tráfico se reanudó poco después.
También en la localidad navarra de Tafalla los proetarras han atacado la sede del sindicato UGT provocando daños materiales en el inmueble. En la fachada de las dependencias los radicales pintaron la palabra "asesinos". Se trata del segundo ataque que sufre una sede de UGT en Navarra en los últimos días.