En su carta, el director de la APM reconoce que ha sido "imprudente" y está irritado consigo mismo por meterse "en berenjenales estériles". No obstante, explica que fue citado en la Comisión de la Sociedad de la Información y del Conocimiento del Senado por su trabajo en el Consejo de reforma de RTVE, no como presidente de la APM o la FAPE, "pero no se puede separar esa condición, ni olvidar esa prudencia que no está reñida con la sinceridad".
Urbaneja explica que sus comentarios "no fueron leídos", sino que siguió el guión que expuso en el Congreso hace meses sobre el procedimiento de elección y las competencias del consejo de RTVE y el modelo de financiación. En ese contexto, lamenta que utilizara "sin mesura ni precisión" una palabra "tan delicada como corrupción" para indicar que el modelo de gestión de RTVE desde hace décadas es "desproporcionado".
Por ello, en su opinión, para poder ofrecer un futuro a los profesionales del ente público, dijo que es necesario un diagnóstico "crudo, franco y certero", pero subraya que en ningún caso quiso -"y si lo hice pido disculpas y lo retiro", afirma- atribuir a los profesionales de RTVE actos corruptos. "Considero que son víctimas de un modelo desconsiderado, que no ofrece proyecto y que malgasta sin tino", sostiene el presidente de la FAPE, quien reitera que "procesos graduales, de vuelo corto, no resolverán los problemas".
En este sentido, señala que con la "corrupción morfológica" se refirió a que "se utilizan recursos públicos sin respeto tal y como acreditan los informes de la Intervención General del Estado y del Tribunal de Cuentas desde hace décadas".
En este sentido reitera que "no ayudarán al futuro de esa casa y de los compañeros" los "paños calientes", ni "lo políticamente correcto" al tiempo que agrega que "muchos profesionales capaces y serios de esa casa no se merecen lo que tienen" como tampoco sus "desafortunados comentarios".