LD (EFE) Dos muertos y tres heridos es el saldo provisional del asalto israelí a la prisión palestina de Jericó. Los responsables de la operación militar han lanzado un ultimátum a los presos y guardias: "o se rinden o morirán". Los efectivos buscan apresar a Ahmed Saadat y a los cinco asesinos del ministro israelí de Turismo, Rejabam Zeevi. Un mando militar sentenció que "si se empeñan en morir, los mataremos".
Según informa el periódico israelí Haaretz, la decisión de la toma de la prisión de Jericó la tomó el primer ministro en funciones, Ehud Olmert, y su ministro de Defensa, Saul Mofaz., después de que las autoridades palestinas liberaran a varios miembros de la Yihad Islámica y después de saber que "Saadat estaba esperando su liberación".
Uno de los jefes militares israelíes indicó que hasta el mediodía de este martes salieron de la sede de la Gobernación, la Mukata, en cuyo complejo se encuentra la prisión, 44 personas entre guardianes, agentes de policía y reclusos. Según ese oficial, tres palestinos resultaron heridos en tiroteos con los soldados y fueron trasladados a un hospital en territorio de Israel. Fuentes palestinas habían informado anteriormente de dos muertos, un guardián de la cárcel y un preso.
Antes de comenzar la demolición con excavadoras, las tropas dispararon proyectiles de tanque contra el edificio penitenciario. Casi al mismo tiempo, en una conversación telefónica con la cadena de televisión Al-Yazira, Saadat afirmó que no se entregarán. También dijo que el presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Abú Mazen, nunca le prometió que le pensara liberar, como él aseguró la semana pasada.
Tras conocerse la operación, cientos de palestinos incendiaron la oficina del British Council en Gaza. Otro grupo se dirigió a la sede de la organización educativa estadounidense "America-Mideast Educational and Training Services" a la que intentaron sin éxito asaltar. Además, terroristas de "Las brigadas de los mártires de Al-aqsa" han exigido que estadounidenses y británicos abandonen en las próximas dos horas la franja de Gaza y Cisjordania.
Por su parte, en un comunicado de prensa, Mazen acusó a los guardias de EEUU y Reino Unido de haber permitido el asalto israelí. Según denunció, los militares extranjeros abandonaron horas antes la prisión en medio de quejas del Gobierno británico de que no se estaba garantizando su seguridad por las fuerzas palestinas.