LD (EFE) El Ejército y el Gobierno israelí han elevado el nivel de alerta ante el temor de un atentado palestino. El comandante en jefe de la Policía israelí, Moshé Karadi, ordenó reforzar la vigilancia en la frontera con Gaza y Cisjordania. También se intensificarán las patrullas por las ciudades y centros urbanos.
La alerta es especialmente alta en Jerusalén, donde este miércoles se celebra el tradicional festival del "Purim", una fiesta judía en la que niños y adultos salen a las calles disfrazados, lo que hace más difícil la localización de un posible atacante.
La operación israelí en la cárcel de Jericó, con la que el ejército israelí capturó al líder del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), Ahmed Saadat, y a cuatro de sus ayudantes, así como a un sexto palestino ex funcionario de la ANP y también buscado por Israel. Los primeros son responsables de planear y ejecutar el atentado que costó la vida al ministro de Turismo, Rajabam Zeevi.
Por el momento, tan sólo se ha registrado el habitual lanzamiento de cohetes "Al-Kasam" desde la franja de Gaza, que no ha causado víctimas ni daños materiales. Casi a la misma hora, el Ejército israelí continúa con las redadas en Cisjordania y ha detenido a doce terroristas de varios grupos, entre ellos algunos del FPLP.
Los servicios de seguridad palestinos han informado de que todos los extranjeros que fueron secuestrados en la franja de Gaza. Los tres últimos, dos franceses y un coreano, se presentaron en una comisaría de la Autoridad Nacional Palestina. A lo largo de la jornada de este martes, cuatro de los secuestrados fueron liberados, y durante la madrugada y mañana de este miércoles la Policía palestina fue "rescatando" al resto gracias a sus labores de mediación con los captores.