(Libertad Digital) Zapatero, que asistió a la Quinta Edición de la entrega del premio "Empresas con Corazón", de Actualidad Económica-IESE, ha avanzado ante un aforo de empresarios que "el buen gobierno representa el equilibrio presupuestario. Lo hemos tenido por primera vez en 2005 y no tenemos ninguna duda de que lo tendremos en 2006", dijo.
Según informa Europa Press, el presidente hizo un repaso de las principales magnitudes económicas y destacó, entre otros avances, que las empresas presentan unos resultados "claramente satisfactorios", que en 2005 hubo una revalorización bursátil del 20 por ciento, que se creó empleo y que se logró una tasa de paro "sin parangón" (8,7 por ciento) que sitúa al país en una "posición favorable para 2006 y 2007".
En este sentido, avanzó el propósito del Ejecutivo de seguir reduciendo a lo largo de 2006 la tasa de paro "y que la economía española pueda dar lugar a la creación de 700.000 nuevos empleos".
El jefe del Ejecutivo subrayó que la economía española "está fuerte y goza de buena salud", ya que crece a un ritmo del 3,5 por ciento del PIB, más del doble de la UE, y espera para 2006 mantener cifras de crecimiento superiores al 3 por ciento. Resaltó que sólo Finlandia "acompaña a España" en la zona Euro al presentar superávit fiscal.
El déficit exterior y la inflación
Zapatero también se mostró satisfecho con la confianza de las inversiones directas en España, que superaron los 15.000 millones en 2005, según datos de la balanza de pagos. No obstante, asumió que a pesar de esta buena salud de las cuentas en España hay "dos frentes" en los que concentrar la actuación: reducir las tensiones inflacionistas y mejorar el saldo exterior.
El déficit exterior español aumentó un 55 por ciento durante el año pasado y no tiene visos de mejorar a corto o medio plazo, según coincidieron en señalar a la agencia EFE varios expertos, que lamentaron que España no sólo pierda competitividad, sino también "atractivo" para conseguir una mayor inversión directa extranjera.
El Partido Popular afirma que la falta de competitividad exterior está estrangulando poco a poco la capacidad de crecimiento de la economía española y se muestra muy preocupado porque las inversiones directas se quedaron en 2005 (15.000 millones) muy por debajo de años anteriores, cuando alcanzaron cifras de 30.000 y 40.000 millones de euros.
En lo que respecta a la inflación, el pasado mes de febrero se situó en el 4 por ciento, el doble de la previsión oficial y muy por encima de la Eurozona, donde en este mismo mes alcanzó el 2,3 por ciento. Además, España es el país más inflacionista de la zona euro. El hecho de que nuestros precios sean cada vez mayores encarece nuestras exportaciones, entorpeciéndolas y colaborando con el déficit exterior.