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Más de un millón de personas exigen en varias ciudades francesas la retirada del nuevo contrato para jóvenes

Más de un millón de manifestantes pidieron este martes en toda Francia la retirada del contrato juvenil del Gobierno de Dominique de Villepin, según los datos del Ministerio del Interior divulgados por emisoras de radio. A falta de los datos oficiales de la manifestación de París, la más numerosa, el Ministerio contabilizó 878.000 personas fuera de la capital. A pesar de estas movilizaciones y la huelga que ha paralizado parte del país –transportes públicos y educación, fundamentalmente– Villepin se mantenía firme este martes y descartaba retirar el contrato que pretende flexibilizar la rígida economía francesa.

Más de un millón de manifestantes pidieron este martes en toda Francia la retirada del contrato juvenil del Gobierno de Dominique de Villepin, según los datos del Ministerio del Interior divulgados por emisoras de radio. A falta de los datos oficiales de la manifestación de París, la más numerosa, el Ministerio contabilizó 878.000 personas fuera de la capital. A pesar de estas movilizaciones y la huelga que ha paralizado parte del país –transportes públicos y educación, fundamentalmente– Villepin se mantenía firme este martes y descartaba retirar el contrato que pretende flexibilizar la rígida economía francesa.
L D (Agencias) Los sindicatos han elevado la cifra de manifestantes hasta más de dos millones y medio de personas en las 135 manifestaciones convocadas en todo el país, 700.000 de ellas en París, la marcha más numerosa contra el Contrato de Primer Empleo (CPE), que autoriza el despido sin justificación de los menores de 26 años durante los 24 primeros meses.

Se trata de la manifestación más multitudinaria de Francia desde las protestas que en diciembre de 1995 obligaron al entonces primer ministro Alain Juppé a retirar su proyecto de reforma de las pensiones. Sindicatos y organizaciones estudiantiles convocaron para este martes la cuarta jornada de acción nacional contra el CPE, mientras el primer ministro, Dominique de Villepin, insistió en mantenerlo y reiteró su invitación al diálogo para reformarlo.

Además de las manifestaciones, las convocatorias de huelga perturbaron de forma importante los transportes públicos y la educación, entre otros sectores.

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