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Bono acapara las portadas

Además de en el ABC y en El Mundo, el ministro Bono ha dejado sus frases en los otros dos diarios madrileños: El País y La Razón. Entre tanta palabra, es inevitable que Bono se repita en los mismos temas y con los mismos argumentos.

Además de en el ABC y en El Mundo, el ministro Bono ha dejado sus frases en los otros dos diarios madrileños: El País y La Razón. Entre tanta palabra, es inevitable que Bono se repita en los mismos temas y con los mismos argumentos.
En el diario El País:
 
  • Como socialista no me voy a cortar nunca la coleta. Dejo la actividad política, pero no el carné del PSOE ni las ideas y principios que han inspirado mi actuación.

 

  • Cuando un país no está acostumbrado a que sus ministros dimitan, el hecho de que uno lo haga produce más sorpresa que reflexión. Pero yo no me voy de la actividad política contra nadie. Me voy a favor de mi familia y de mis hijos sobre todo.

 

  • El presidente y yo habíamos llegado a un compromiso en virtud del cual cuando estuviesen aprobadas la Ley de la Defensa y la Ley de Tropa yo ya quedaba en libertad. Sospecho que él me puso dos retos que no pensaba que fueran a culminarse tan pronto. Que mi dimisión se produzca al día siguiente de que el Congreso apruebe por unanimidad la Ley de Tropa no diré que es un milagro, pero sí un misterio.

 

  • De las experiencias políticas que he vivido, y no han sido pocas, mi relación con el presidente en estos últimos meses es de las más enriquecedoras. Para mí, Zapatero se ha agigantado. Ahora que no tengo ningún motivo para hacerle la pelota, puedo decir que, si volviéremos al 35º Congreso [en el que compitieron por la Secretaría General del PSOE], no dudaría en darle mi voto.
 
  • No sé si la idea que yo tengo de España es minoritaria. Lo que si sé es que España nos sobrevivirá a todos los que hoy estamos seguros de su identidad y también a los que dudan.

 

  • Nunca he tenido la sensación de ser un ministro-dique, aunque algunos nacionalistas dicen que se han alegrado de mi marcha no por aversión personal, sino por mi oposición a sus propósitos disgregadores. En todo caso, quien da continuidad a la tarea del Gobierno no es el ministro, sino el presidente, y él tiene muy claro que no se puede ceder a proyectos secesionistas.

 

  • Mi  peor momento como ministro de Defensa fue sin duda, cuando velé los cadáveres de los 17 militares que murieron en el accidente del Cougar antes de subir al Hércules que los traía a España. Y el más delicado, cuando recibí del presidente la orden de retirada de Irak y un alto mando, del que entenderá que no revele la identidad, intentó desobedecerme.

 

  • Los servicios de inteligencia me informaron, tras el Consejo de Ministros, de un aumento de las dificultades en la zona oeste de Afganistán, que es donde estamos. El Jemad [Jefe del Estado Mayor de la Defensa] me ha pedido un incremento de la fuerza y el lunes lo despacharé con mi sucesor, José Antonio Alonso, para que decida.
 
  • Me hubiera gustado autorizar que los militares españoles puedan ir de uniforme por la calle, aunque eso exige acabar definitivamente con ETA.

 

  • Tras mi salida, Don Manuel Fraga me llamó. A Mariano Rajoy le llamé yo y me devolvió la llamada. Es cierto que me llamaron casi tantas personas del PP como del PSOE. Nunca me he arrepentido de tener amigos en la derecha, aunque no todos los que se dicen mis amigos lo sean. Obviamente, sé distinguir entre los elogios sinceros y los envenenados.

 

  • Castilla-La Mancha es la única región donde los políticos publicaban sus bienes y, por tanto, pese a las múltiples calumnias que he debido soportar, la verdad patrimonial de José Bono está en el boletín oficial. Tengo un patrimonio del que puedo vivir holgadamente, aunque mi carácter no me permite vivir de las rentas y muy probablemente busque trabajo como abogado cuando pase un tiempo prudencial.

 

  • El presidente ha dicho que trabajará para que mi retirada no sea definitiva, pero sabe que el éxito en esa tarea es muy difícil y no creo que lo intente por ahora. Que no cuenten conmigo para candidato en las elecciones municipales de 2007.
 
En el diario La Razón:
 
 
  • Cuando el presidente me ofreció entrar en el Gobierno y yo era presidente de Castilla-La Mancha ya le dije que tal vez cumpliría mi mandato de ministro antes de que acabara la legislatura. Ya entonces como presidente comenzaba a sentirme en deuda con mi familia. Zapatero me escuchó con comprensión.

  • Entré en política en 1969 y no me echó ni la clandestinidad ni la oposición. Las dificultades no me echan; al contrario, me motivan. Mi opinión sobre el Estatuto es bien conocida, pero no ha sido el Estatuto lo que me ha echado de la actividad política, sino el deseo de vivir con más intensidad mi vida familiar.

 

  •  José Antonio Alonso es el mejor de los ministros que podía hacerse cargo de Defensa. Así me lo han dicho ya confidencialmente algunos militares. Rubalcaba es el más listo y experimentado de los cuadros del PSOE y del Gobierno. Es un hombre capaz, trabajador, ingenioso y leal. ¿Qué más se puede pedir? Lo malo que tiene es que la derecha le teme y por eso es objeto de sus ataques más despiadados.
 
  • Siempre he dicho al presidente lo que pensaba de todo aquello que me preguntaba. Zapatero me ha dispensado un trato muy cordial y deferente. No recuerdo haber escuchado ni una palabra mínimamente incómoda. Me consta que le agrada mi sinceridad porque está arropada de su inteligencia y mi lealtad.

 

  • Antes de ser socialista y abogado y cristiano ya era español, porque nací en esta tierra a la que cada día quiero con mayor fuerza. Aunque me critiquen por decirlo no pienso callar mi amor a España ni mi emoción ante su bandera. Ya sé que la bandera es un símbolo, pero que para mí significa libertad, justicia y solidaridad. Estos sentimientos no son de derechas ni de izquierdas, simplemente se tienen o no se tienen. No soy apátrida: tengo patria. Ahora bien, sé distinguir los elogios: los sinceros y los envenenados.
 
  • Mi opinión sobre el Estatut es poco relevante porque ya soy un ciudadano más y no ministro. Además, la hemeroteca está fresca sobre este particular. Cuando era ministro dije lo que pensaba y no cambio ni una palabra. Desde mi punto de vista, constitucionalmente hablando, sólo hay una nación que es España.

 

  • Jamás pienso en la Alcaldía de Madrid. Sólo me acuerdo del alcalde cuando estoy en un atasco o para felicitarle por su cumpleaños. Nunca me enfrentaré a Alberto Ruiz-Gallardón en unas elecciones. Mi apuesta para la Comunidad de Madrid es Rafael Simancas.
 
  • Cuando llegué a Defensa sabía pocas cosas de ellos. He descubierto que cuanto más se les conoce más se les quiere, que son gente de fiar, abnegada, servidores y leales. Me acompañarán gratos momentos de por vida. El trato directo con muchos militares, sus familiares, el aumento del número de soldados, el incremento de sueldos, la aprobación de la Ley de Tropa por unanimidad… Muchos. El peor momento fue el amargo viaje de regreso a España con los 17 soldados fallecidos en el accidente de Afganistán. Fue triste, pero significó un honor poder velarlos durante 14 horas en un Hércules del Ejército del Aire español.
      
  • Deseo que España sea grande y fuerte. Que los españoles acertemos a vivir en paz y a repartir la riqueza solidariamente por encima de fronteras mentales y rancios privilegios más propios de los siglos pasados que de los venideros. Deseo que España siga siendo, como dice la Constitución, patria común e indivisible de todos los españoles.

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