L D (EFE) El técnico holandés es consciente de que el conjunto transalpino está plagado de veteranos jugadores acostumbrados a alcanzar cada año la semifinal o la final de la Liga de Campeones y que su equipo, en cambio, está formado por un puñado de jóvenes futbolistas hambrientos de títulos pero con escasa experiencia en las grandes citas europeas. "Si queremos pasar eliminatoria y llegar a la final, es el momento de cambiar las cosas, para que dentro de unos años la gente pueda decir que es el Barcelona el que tiene mucha experiencia en este tipo de encuentros", señala Rijkaard.
Al entrenador azulgrana le gustaría que este hipotético cambio de ciclo se escenificará a partir del próximo martes en San Siro, y para ello, tiene claro que su equipo tendrá que tirar de oficio para no sucumbir ante un viejo zorro como el Milán. "Hablar del Milán es hablar de experiencia, de sistema, de organización defensiva y de jugadores de gran talento y calidad que pueden apretarnos mucho arriba. Será interesante ver cómo podremos aguantar todo eso en San Siro", apunta Rijkaard, que parece ansioso por calibrar si su Barça ya está suficientemente maduro.
En la capital italiana de la moda, el Barcelona probablemente renuncie algo a su estilo ofensivo para jugar como lo hizo en Stamford Bridge contra el Chelsea, aunque Rijkaard prefiere no dar pistas al respecto. "Entenderéis que, antes de un partido contra un equipo como el Milán, no os explique nada de cómo vamos a jugar y qué es lo que he preparado para hacerles daño", contestaba a los periodistas.
El técnico holandés, ex jugador milanista y uno de los nombres que siempre suena para el banquillo del conjunto rossonero, no cree que por todo ello vaya a ser observado con lupa el próximo martes. "Yo trabajo para el Barcelona y tengo mucho respeto por este club. Siempre que me han preguntado sobre el Milán he dicho que no. Y sigo diciendo que no. Y ahora vuelvo a decir que no, porque no considero que en San Siro vaya a pasar ningún examen", señala al respecto.
Preguntado por si él y el equipo estaban nerviosos ante la cita más importante de la temporada, Rijkaard prefirió utilizar la ironía. "¿Nervioso yo? Sólo en las ruedas de prensa. En los partidos no, porque ya estoy acostumbrado", señalaba el entrenador azulgrana antes de matizar que sus jugadores están tensos pero no presionados, "porque la tensión es la motivación que sacas de dentro por querer hacer bien tu trabajo y la presión es algo que te llega de fuera y que no te tiene que afectar".
En la misma línea seguía Rijkaard cuando se le comentaba que su amigo y colega en el banquillo milanista, Carlos Ancelotti, estaba motivando a sus jugadores para el partido enseñándoles fotos de Ronaldinho. "¿Qué como motivaría yo a los míos? Colgaría una fotografía de la plantilla del Barça en el vestuario, porque tenemos confianza en nosotros mismos y no necesitamos fijarnos en jugadores de otros equipos", argumenta.
Por otra parte, Frank Rijkaard ha negado haberse opuesto al fichaje de Ronaldinho por el Barcelona, tal como asegura el ex vicepresidente de la entidad Sandro Rosell en su libro Bienvenidos al mundo real, en el que desvela algunas interioridades del club catalán. "Eso no es verdad, porque si algo se puede decir de mí es el trato que tengo con mis jugadores, del primero al veinticuatro. Y la verdad es que tengo mis dudas sobre si voy a leer o no ese libro, pues creo que no necesito leer nada para saber qué es lo que dicho y qué es lo que no y desmentirlo si es necesario", concluyó Rijkaard.