(Libertad Digital) El siguiente paso tras la toma de posesión del cargo de los nuevos consejeros de la Generalidad será la comparecencia del presidente de Cataluña, Pasqual Maragall, en el Parlament para dar cuenta de los cambios. Unos cambios que ya quiso emprender el president hace seis meses pero que ha pospuesto hasta ahora. La causa que justifica las remodelaciones, según él mismo ha explicado, ha sido el "nuevo impulso" que pretende dar a su Gobierno de cara a la segunda parte de la legislatura. Y con ello, la intención de agotar el periodo de su mandato al frente del Ejecutivo tripartito.
El cierre de la crisis, sin embargo, sólo fue posible tras el pacto entre el presidente y los partidos responsables de las consejerías afectadas. Maragall ya dio el miércoles por la noche, fecha en que hizo público mediante un comunicado su intención de remodelar su gabinete, el nombre de los tres nuevos consejeros del PSC. Se trataba de Jordi Valls, nuevo consejero de Trabajo e Industria en sustitución de Joseph María Rañé; Jordi William Carnes i Ayats como consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca en lugar de Antoni Ciurana, y Ferran Mascarell como responsable de Cultura en sustitución de Caterina Mieras.
Para conocer la identidad de los otros tres consejeros fue necesario esperar a las ruedas de prensa posteriores a las reuniones que mantuvo el president con las cúpulas de ICV y ERC. ICV, tras anunciar que habían propuesto a Francesc Baltasar como nuevo consejero de Medio Ambiente y Vivienda en sustitución de Salvador Milá, manifestó que no creían necesario el cambio. Pero la sustitución más polémica fue la del consejero de Gobernación, Joan Carretero, por Xavier Vendrell. ERC imponía así que Carretero, a quien Maragall estuvo a punto de destituir tras las críticas del republicano al presidente Zapatero, fuera sustituido por otro hombre fuerte del partido, también partidario del "no" al Estatuto, y, además, implicado en la polémica del envío de cartas a trabajadores de la Generalidad para financiar a ERC con parte de su sueldo. El otro nombre que propusieron los republicanos fue el de Manel Balcells como nuevo titular de Universidades en lugar de Carles Solà.
La "condición" de Maragall para aceptar a Vendrell
Tras las duras críticas que ha recibido el nombramiento de Vendrell por parte del PP y CiU, el republicano Josep Bargalló se ha apresurado a negar, desde su puesto de conseller primer de la Generalidad, que Vendrell haya sido una imposición a Maragall por parte de su partido. En declaraciones a la cadena Ser recogidas por Europa Press, Bargalló puntualizó que afirmar que Vendrell está siendo investigado por la fiscalía por solicitar donaciones a funcionarios militantes de ERC "no es estrictamente correcto", pues, según dijo, lo que sucede es que "la fiscalía ha recibido denuncias de personas concretas".
Bargalló anunció además que, "de manera inmediata, el conseller comparecería en el Parlament para clarificar todos los aspectos que los diputados quisieran sobre la cuestión de las cartas de manera transparente y clara".Resaltó que "el presidente Maragall tiene la facultad de nombrar a quien considere oportuno dentro de las propuestas de ERC". Y justificó la remodelación del Gobierno catalán con la afirmación de que éste "sale reforzado hasta fin de legislatura". Así, consideró "bastante fácil discutir nombres y no la línea política que sale reforzada de esos nombramientos".
El consejero reveló, además, que "la única condición" del presidente para aceptar a Vendrell fue que "dejara su cargo de secretario de Organización de ERC". En declaraciones a Rac 1 remitidas en un comunicado a Efe, Bargalló ha explicado que "cuando ERC propuso nombres" para sustituir a Joan Carretero, "la única cuestión que Maragall dijo era que Vendrell tenía un cargo demasiado importante en el partido como para tener un cargo demasiado importante en el gobierno". Y señaló que no notó "en ningún momento" que Maragall "pusiera una cara refractaria a la propuesta de ERC".
El PSC, sin "incomodidad"
Desde el PSC, su portavoz, Miquel Iceta, aseguró hoy que su partido acepta a todos los nuevos consejeros de la Generalidad: "No tenemos ninguna incomodidad con ningún miembro del Gobierno; todos tienen nuestro apoyo". Afirmó que los socialistas catalanes están "satisfechos y convencidos de que éste es un gobierno aún mejor que el anterior". Mientras, el portavoz adjunto en el Parlamento catalán, Joan Ferrán, admitió que Vendrell actuó de forma "poco ortodoxa" en el asunto de las cartas , pero matizó que "si hay algún obstáculo en el futuro o alguien debe decir que eso es incorrecto desde otro punto de vista, pues ya se dirá y después se hablaría". Y añadió que "la persona es válida desde el punto de vista de sus capacidades y no se puede anatemizar a nadie a priori".
Un cambio "con todo el derecho"
La última en expresar su opinión sobre la presencia de Xavier Vendrell en el Gobierno de la Generalidad ha sido María Teresa Fernández de la Vega. En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, la vicepresidenta afirmó que "el señor Maragall es el presidente de la Generalidad, el máximo representante político de todos los catalanes", por lo que, dijo, "tiene todo el derecho" y "también el deber de que su equipo de Gobierno se ocupe de la mejor manera posible de las necesidades del ciudadano" y que ese equipo sea "el que él considere el mejor". Se declaró convencida de que "ése ha sido el ánimo con el que ha llevado a cabo los cambios" y deseó "los mejores éxitos" para el nuevo gabinete.
