(Libertad Digital) Se ha puesto como ejemplo, ya que "cuando hemos aparecido nosotros, se nos ha dicho de todo. A mí me han llamado traidor nacional de Cataluña, con boicots a la compañía". Agrega que "la compañía en Cataluña no tiene público. Pero no tiene público. La última temporada en Barcelona ha sido impresionante; hemos tenido días de 50 personas. Y eso no había ocurrido en la vida. No ocurre en ninguna otra parte de España. Y lo peor es que nadie ha colocado ningún cartel. Todo el mundo sabía lo que tenía que hacer".
Ante la ola de nuevos estatutos en diversas comunidades y la caracterización de Andalucía como "realidad nacional, Boadella explica en su conversación con Libertad Digital que "Cataluña, en este sentido, ha contaminado la política española. En un momento en que España funcionaba razonablemente bien, salvo el problema del terrorismo no teníamos problemas de enorme gravedad, a partir de un momento parecía que había que cambiar toda la configuración de España. Es decir, que para cambiar una cosa en Cataluña hemos contaminado el resto. Ahora puede saltar La Rioja diciendo que es una nación o es un imperio".
Eliminar una autonomía para crear otra
Aunque lo más probable es que la plataforma no dé indicación alguna a sus simpatizantes sobre lo que deben votar en el referéndum sobre el Estatuto de Cataluña, "nosotros, por descontado, que no vamos a hacer propaganda del sí", puntualiza, ya que "hemos hablado claramente del Estatut". En su opinión, "es un Estatut claramente intervencionista en todos los recodos de la sociedad. Esto es muy arriesgado, muy peligroso y puede tener resultados ciertamente nefastos, que el ciudadano se sienta controlado en todos los aspectos de la sociedad; y por lo tanto es la eliminación de la propia dinámica de la sociedad civil, que tiene que tener unas posibilidades de autonomía. Aquí, para conseguir una autonomía se elimina otra, la propia autonomía de los ciudadanos".
Albert Boadella, que estará en la presentación en Madrid de Ciudadanos de Cataluña, ha revelado que "la plataforma ha tenido una repercusión mediática muy importante, y hay muchos ciudadanos madrileños que nos han pedido que les contemos de una forma directa de qué va eso". De este modo, sigue, "supongo que de la posibilidad de que en Madrid haya un grupo de apoyo, o incluso en una iniciativa que permitiera pensar, en un futuro, en una posible palanca del partido". Al respecto ha reconocido que "nosotros, desde que empezamos con la plataforma de los 15, vamos de sorpresa en sorpresa" por la repercusión de la iniciativa, y "eso había ocurrido en Cataluña, pero progresivamente iba ocurriendo en otras partes de España. Todo el mundo decía ¿Porqué no hay una nueva dimensión de esta iniciativa hacia otras localidades de España?"
Contra las "metafísicas de la política"
A su juicio, "la primera característica que tiene este partido es un abanico de amplio espectro, en que se pueden sentir cómodos ciudadanos de distintas tendencias políticas. No se trata de que se pueda sentir cómodo algún radical de ultraderecha, claro, pero que en un abanico de liberales, conservadores, gente de izquierdas, etc, se encuentren dentro de estos márgenes con una cierta comodidad". No obstante, ha precisado que si bien "desde el punto de vista social, será un partido progresista" no tendrá cabida "la ortodoxia y lo preconcebido, que parezca forzar para cada asunto que nuestra respuesta haya de ser esta o la otra. Ante cada cosa las reacciones tengan la posibilidad de ser distintas".
Otra características es "el laicismo", pero "no sólo en el sentido religioso, sino que se refiere a no establecer místicas, metafísicas en la política. La política debe de ser algo que contribuya a la felicidad del ciudadano en la medida casi diríamos material. De la felicidad espiritual que se ocupe cada uno, que esa es su libertad. Por tanto, es una forma de tratar a la ciudadanía distinta.