(Libertad Digital) El Barça ya piensa incluso en los preparativos de los posibles festejos en caso de ganar en París. La idea sería celebrar una rúa en autocar desde el aeropuerto para recorrer Barcelona y concluir en el Camp Nou. Visto el seguimiento de las celebraciones de la segunda Liga consecutiva, que superó todas las previsiones -el año pasado se congregaron en la Ciudad Condal unas 900.000 personas-, cuesta hacerse una idea de lo que provocaría la segunda corona europea de la historia del Barcelona.
Y es que, un año después, Barcelona volvió a teñir sus calles de azulgrana para recibir el paso de los campeones de la Liga de fútbol, esta vez junto al equipo de hockey sobre patines, campeón de la Copa CERS. El paseo de los campeones a bordo de autocares descapotables fue una fiesta continua en que los jugadores fueron animándose a medida que avanzaba la caravana, escoltada por un dispositivo de seguridad. No faltó el cava en el autocar, ni tampoco numerosas banderas, tanto catalanas, por parte de jugadores de la casa, como alguna brasileña, camerunesa o mexicana, de Belletti, Eto'o y Márquez, como hace un año. El Camp Nou, como el año pasado, fue el punto de salida y de llegada de la caravana, que se alargó una hora sobre el horario previsto y que vivió sus momento álgidos en las calles más céntricas y en la Diagonal.
"Los mejores años de nuestra vida"
"La rúa es un éxito y se lo debemos agradecer al pueblo de Barcelona y de Cataluña. Es la fiesta de la interculturalidad, de la diversidad, de la catalanidad integradora", comentaba el presidente del Barça, Joan Laporta. Aunque, como todos en el club, ya tenía en mente la cita de París. "Nuestra obligación es hacer todo lo posible por traer la Champions", decía, mostrándose "prudente, pero convencido de nuestras posibilidades". "Se está cumpliendo aquello de los mejores años de nuestra vida", añadía Laporta en TV3, rememorando una de las frases que centraron su discurso en las elecciones que le llevaron a la presidencia hace tres años.
Los jugadores, protagonistas
Laporta y el resto de la directiva siguieron los festejos desde las oficinas del club y dejaron el protagonismo a los jugadores, algo que también hicieron Rijkaard y los técnicos, situados en la parte inferior del autocar. El argentino Maxi López y los brasileños Ronaldinho y Motta, que incluso lanzó sus pantalones cortos a los aficionados desde el autocar, fueron los más animados entre los futbolistas. Caso aparte fue el de Deco. Se quedó sin subir al autocar al inicio del recorrido debido a una indisposición de su mujer, a la que acompañó a un centro médico, y pudo sumarse a la fiesta unas dos horas y media después.
El ex directivo Alejandro Echevarría, cuñado de Laporta, fue de nuevo uno de los responsables de seguridad de la fiesta y facilitó a Deco su llegada al autocar tras abrir paso entre la multitud que seguía la rúa. Ahora, una vez concluida la fiesta por la Liga, iniciada con el alirón el pasado miércoles y que se ha alargado hasta el fin de semana, el Barça dispone de 10 días para preparar su asalto a la Liga de Campeones. La plantilla barcelonista tendrá un día y medio de descanso, hasta la tarde del martes, cuando regresará a los entrenamientos con la mente puesta en la final, aunque antes pasará por Bilbao para concluir la Liga.