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LA SER CONTRA ZAPLANA: del restaurante del nieto de la hermana de la madre del suegro a Terra Mítica

La primicia de la SER sobre las grabaciones que implicarían a Zaplana en el supuesto cobro de comisiones en el caso Terra Mítica no ha sido la única exclusiva de la emisora que ha intentado vincular al portavoz con casos de corrupción. Semanas antes, la cadena destacó la última actuación de la Fiscalía del Tribunal de Cuentas en relación a la adjudicación de una campaña publicitaria sobre pensiones en el año 2003, cuando el portavoz era ministro de Trabajo. Sobre el caso Fabra, que denunció la emisora también en 2003, se enfatizaba que el popular fue un alto cargo del ex presidente de la Generalidad Valenciana. La emisora lo intentó de nuevo en 2005 al destapar el "escándalo" de que el nieto de la hermana de la madre del suegro de Zaplana abriera un restaurante en suelo público cuando el diputado tenía ocho años.

(Libertad Digital) Este viernes, Eduardo Zaplana se convertía en el personaje del día en la emisora de Polanco con la difusión del contenido de unas cintas, grabadas por unos parlamentarios del PSOE valenciano, en las que dos empresarios implicados en el supuesto fraude de Terra Mítica aseguraban que el portavoz del PP había recibido comisiones. Un hecho del que, sin embargo, no aportaban pruebas, y que decían no haber presenciado. Las grabaciones, sin embargo, fueron suficientes para que los dos socialistas presentaran una denuncia ante el TSJ valenciano el mismo día en que se publicó la sentencia del caso Bono. La SER reveló esta información que después Moraleda envió a los medios por medio de un SMS.
 
La "campaña de las pensiones"
 
Sólo unas semanas antes, Eduardo Zaplana volvía a la actualidad por un asunto de su gestión como ministro de Trabajo y Asuntos Sociales en la anterior legislatura. El 25 de abril se conocía que la Fiscalía del Tribunal de Cuentas había remitido un escrito a la Fiscalía Anticorrupción instando a que abriera diligencias informativas en torno al caso de la campaña publicitaria sobre la subida de las pensiones de finales de 2003, cuando el actual portavoz del PP en el Congreso era el titular de Trabajo. En ese momento, la entonces oposición socialista denunció que el ministerio había adjudicado sin concurso la campaña. Además, acusó al Gobierno de aprovechar la publicidad para hacer propaganda de su gestión.
 
Desde el Ministerio de Trabajo que entonces dirigía Zaplana, se argumentó que habían utilizado el llamado "procedimiento negociado sin publicidad" por la falta de tiempo (un mes) entre el conocimiento de la desviación del IPC y la subida efectiva de las pensiones y destacaron que se movieron en todo momento dentro de la legalidad. El asunto de la campaña motivó que, a instancias de IU, se abriera un proceso en el Tribunal de Cuentas, que comenzó hace algo más de dos años y que continúa hasta hoy. Durante ese tiempo, El País ya quiso adelantar las conclusiones del tribunal cuando le atribuyó en una noticia de diciembre de 2004 que consideraba "partidista" la campaña. Eso motivó que Cuentas enviara al diario una nota exigiendo su rectificación, puesto que las informaciones se referían a un borrador aún en proceso de estudio.
 
El proceso que inició la denuncia de Izquierda Unida fue archivado por Anticorrupción en septiembre de 2004 por no ver "responsabilidad penal" en la campaña. Un nuevo informe del Tribunal de Cuentas, en el que se indica que no había "urgencia" en la emisión de la campaña, ha hecho que la Fiscalía pida ahora la reapertura del caso. Aunque especifica que no han encontrado "indicios de que existiera responsabilidad contable por parte de los dirigentes de la Administración".
 
Un influyente niño de ocho años
 
El anterior escándalo que salpicaba, según la SER, al portavoz popular, saltó el pasado diez de febrero de 2005. La emisora afirmaba que un "pariente y socio" de la familia política de Eduardo Zaplana era propietario de un restaurante en unos terrenos que eran propiedad del Estado. Sin embargo, la supuesta exclusiva fue pronto desmentida por el propio Zaplana, que se ocupó de aclarar, mediante un comunicado, cuál era el rango de parentesco que le unía al propietario del negocio.
 
En concreto, se trataba del nieto de la hermana de la madre del suegro de Zaplana. En el comunicado, el PP lamentaba desconocer la "denominación concreta que en genealogía se le da a la abuela de un señor que era hermana de la madre del suegro de otro señor". Además, aportaba el dato de que cuando el negocio se abrió hace cuarenta años, el portavoz era un niño de ocho. Desde el PP, se ironizaba diciendo que "la cadena SER, en reiteradas informaciones, le atribuye al señor Zaplana una importante capacidad de influencia".
 
El "caso Fabra"
 
La carrera política de Zaplana en la Comunidad Valenciana, donde el portavoz ocupó sucesivos cargos como alcalde, presidente del PP valenciano o presidente de la Generalidad, ha sido fuente para otras exclusivas de la emisora hasta llegar al asunto de las grabaciones sobre Terra Mítica. El llamado "Caso Fabra", relativo al presidente de la Diputación de Castellón, fue denunciado en su momento por la SER y llevó, incluso, a que Carlos Fabra denunciara a la emisora por atentar contra su derecho al honor y a la intimidad en la serie de informaciones que dio la cadena desde que en 2003 saltó el escándalo.
 
El 18 de diciembre de 2003, Fabra fue objeto de dos querellas por parte de un empresario castellonense le acusaba de utilizar su gestión política para favorecer a empresas familiares, entre otros delitos. En julio de 2004, el Juzgado de Instrucción número 1 de Nules archivó la causa que le vinculaba a delitos contra la salud pública y propiedad industrial. Pero sigue abierto otro procedimiento contra él por delitos contra la Administración Pública en el mismo juzgado. La postura de Zaplana, que era presidente del PP valenciano cuando saltó la noticia, ha sido la de defender la presunción de inocencia de Fabra, una actitud de la que no se ha movido hasta ahora.

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