L D (EFE) Para Ferrero, el tenista de Manacor "está en su mejor momento tanto mental como físicamente, lo que le ayuda a recuperar las bolas. Tiene un talento innato y natural, que desborda en cada punto". El tenista de Onteniente, que acudió a un coloquio organizado por la fundación Pedro Ferrándiz, declara su predilección por el mallorquín antes que por Federer en una posible final en el Roland Garros, ya que así, por lo menos, "se lo lleva un español", aunque sabe que sería un partido "más incómodo porque es zurdo".
Entre las intenciones de Ferrero, que actualmente ocupa el puesto 27 del ránking de la ATP, se encuentra hacer un buen papel en Wimbledon, torneo que, al celebrarse una semana después que el de París, impide a los tenistas a entrenarse a fondo sobre hierba, y por ello, según el valenciano, "quien llega lejos en Roland Garros, es complicado que haga un buen partido en Londres". Es por ello que Wimbledon se haya convertido en la asignatura pendiente para los españoles, que desde que Manolo Santana conquistara el título hace 40 años, ningún otro ha podido emular su hazaña.
Precisamente Santana, ganador de dos Roland Garros, un Wimbledon y un Abierto de Estados Unidos, también acudió al acto, y se mostró confiado en que "pronto" algunas grandes promesas como Ferrero, Feliciano López o Nadal, sumen un nuevo título inglés. A Ferrero y Santana les une también la Copa Davis, trofeo que por primera vez conquistó España en 2000 gracias al punto decisivo del valenciano, y que fue una pieza clave para lograr la segunda en 2003.
Para Santana, dos veces finalista de este torneo (1968 y 1967), la Copa Davis supuso "un paso de gigante para España, y un escaparate de grandes jugadores". Este año, a pesar de que España fue eliminada por Bielorrusia en primera ronda, y ahora se jugará la permanencia contra Italia, tanto Santana como Ferrero confían en conquistar de nuevo el título. Ambos, además, destacaron la "magia" de esa competición.
"Juegas por tu país, en el equipo nacional, y eso es todo un orgullo", aseguraba Santana, algo que también apoyó Ferrero, que sueña con levantar de nuevo el trofeo, y si es posible, con un partido tan "increíble" como el que protagonizó en 2000 contra el australiano Lleyton Hewitt.