L D (Agencias) El Sabio de Hortaleza ha elegido esta línea de tres centrocampistas donde sorprendía sobre todo la presencia del hispano-brasileño, en detrimento de otras posibilidades como el valencianista David Albelda, que en la segunda mitad intercambió su posición con Xabi Alonso, o el azulgrana Xavi Hernández.
Junto a los tres mencionados, los teóricos otros acompañantes el sábado en Albacete serían Casillas en la portería; con Sergio Ramos, Puyol -ha entrenado con total normalidad tras perderse la sesión matinal por un esguince en el pie-, Pablo y Del Horno en defensa; Luis García y Villa como ocupantes de las bandas, y Fernando Torres, como referencia ofensiva.
Frente a ellos, se han sutuado Cañizares; Duque, jugador del Real Madrid Castilla que ocupó el lugar del lesionado Míchel Salgado, Juanito, Marchena, Antonio López; Xavi, Albelda, Iniesta; Joaquín, Reyes y Raúl. Posteriormente, Reina ocupó la portería en lugar del de Puertollano, que en la segunda parte sustituyó a Casillas.
Luis Aragonés insistió en todo momento en las premisas que son de su gusto como la apertura a las bandas, la presión, el achique de la defensa, la basculación de los jugadores y los apoyos entre líneas, aunque faltó fundamentalmente el dos contra uno en los lados. La mayor diferencia entre los dos equipos estuvo en los jugadores de banda. Así, Luis García y Villa jugaban más como interiores y con libertad de movimientos, sobre todo el pichichi nacional, mientras que Reyes y Joaquín se mostraban más como extremos puros, algo que dio mucho más mordiente a los hipotéticos suplentes, muy bien igualmente en los apoyos con Albelda, Xavi e Iniesta.
En cambio, al delantero asturiano se le vio un tanto perdido, en una posición diferente en la que esta campaña ha anotado 25 goles, y quedó nuevamente demostrado que a la selección le sigue persiguiendo la falta de acierto de cara a la portería contraria. Tras la primera media hora, el seleccionador dio un pequeño descanso a sus jugadores e intentó corregir los defectos que había percibido, sobre todo la primera línea de presión o la poca movilidad de Fernando Torres, que impedía la entrada desde atrás de otros compañeros, advirtiendo al delantero atlético que cayese más a ambas bandas. Y es que el Niño fue de los que más gritos recibió del técnico.
En la segunda parte del partidillo se pudo ver a un David Villa más centrado, aunque el mejor fútbol siguió siendo de los reservas, donde sobresalió Joaquín y su desborde. Al final, empate a un tanto, con goles de Reyes y del Guaje. Este jueves, nueva doble sesión de trabajo de mañana (10:30) y tarde (18:30).