Martín alertó de que en las islas viven una "situación de emergencia que es urgente atender", y añadió que con "la tragedia de las personas no se puede ni hacer politiqueo [que no es lo mismo que política con mayúsculas], ni comerciar. Los inmigrantes no pueden ser nunca, jamás, moneda de cambio o arma arrojadiza entre partidos".
El presidente canario constató que su margen de maniobra es limitado porque Canarias "no tiene más competencias que la de la ayuda humanitaria y sanitaria. Y ésa la estamos cumpliendo con absoluta responsabilidad, con solidaridad, respeto y justicia". Pero, añadió que realizan esta tarea "con muchos menos recursos de los que nos corresponden, si se atiende a la población que efectivamente vive en el Archipiélago". Por ello, recalcó que cuando el Estado asigna el dinero para la Sanidad en sus presupuestos, "lo hace teniendo en cuenta a los residentes que vivían en Canarias en 1999. Y nosotros, con ese dinero atendemos no sólo a los canarios que vivimos aquí en 2006 (obviamente muchos más que hace 7 años), sino también a los doce millones de turistas que recibimos anualmente, y a ese número indeterminado de inmigrantes irregulares que no ha dejado de crecer en los últimos años".
Pide más autogobierno
Tildó de "irresponsabilidad" negar "a los que más lo necesitan el pan y la sal" y también pensar, "como hacen algunos" que "Canarias puede ser un espacio tan abierto para la inmigración como la Europa continental o EE.UU. O pensar que no se derivarían tensiones sociales y xenófobas con crecimientos poblaciones del 7 y el 8% anuales, como los mantenidos en algunas islas durante años".
Argumentó que "para prevenir la xenofobia y las lacras que conlleva, para garantizar la integración social del foráneo, es necesario que el flujo inmigratorio sea moderado y asumible en Canarias". Por ello, apostó por "invertir las tornas" y convertir las oleadas de inmigrantes ilegales "en una oportunidad para Canarias, para su propio desarrollo y para su capacidad se cooperación con los países vecinos".
"Los canarios –declaró- estamos preocupados por este fenómeno y aspiramos a que España y la Unión Europea lo afronten con políticas integrales, que encaren el mayor de nuestros retos desde la firmeza, la solidaridad, la serenidad y la continuidad de los esfuerzos". Por ello, apostó por mejorar los "márgenes de nuestro autogobierno, para asumir la responsabilidad de muchas de las decisiones que nos afectan" y hacerlo en la reforma del Estatuto de Autonomía canario actualmente en trámite. Consideró que esta forma podrían ejercer "un mayor control sobre la inmigración ilegal" y estarían en condiciones de "controlar las maniobras militares en nuestro ecosistema".