(Libertad Digital) En una entrevista para La Mañana de la COPE, Jaume Matas explicó que el concepto que recoge la reforma sobre la "nacionalidad histórica" de las islas "es el que recoge la Constitución de 1978". "No creo que nadie dude de ese reconocimiento en una comunidad como Baleares", afirmó, porque "tiene aval más que suficiente para que se reconozca" ese estatus "más que en otras comunidades". Aunque insistió en que "Baleares no es una nación" sino que "pertenece a la única nación que es la española".
Matas señaló que la situación es la de un "proceso de reforma del Estado", que "no hemos iniciado nosotros". "Está claro que quien es el responsable" y "el que nos ha llevado a esta situación es el presidente", dijo. Respecto al sistema de financiación, señaló que no responde a un intento de equipararlo con el catalán. "Que nadie se engañe. Como suele suceder, los catalanes se han hecho un traje a medida" porque "el sistema sólo les beneficia a ellos", indicó.
El presidente de Baleares insistió en que no les "va bien" la financiación catalana. "Somos españoles y hemos defendido que esto tiene que ser un debate multilateral", dijo en referencia a las aportaciones al fondo de suficiencia. "Lo que sí hacemos", dijo, "es pedir 3000 millones de euros para paliar el déficit de infraestructuras" de las islas, en alusión a la reivindicación de la "deuda histórica" que contempla el acuerdo. "Queremos que se compense la insularidad" y que se adopten "medidas para competir en igualdad de condiciones", aclaró.
"No estoy emocionado con las reformas"
Reconoció que "tal y como está planteado el proceso", es posible que se "degraden" los Estatutos como normas jurídicas por su "incumplimiento de facto", a causa de la "incapacidad de cumplir todas las demandas". "Pero Zapatero", continuó, "no puede decir que hay déficit en Cataluña" de infraestructuras "porque será que no ha venido a Baleares". "Las necesidades" de las islas "son tan importantes o más que las de Cataluña".
Respecto a la posibilidad de "invertir el proceso" emprendido por Zapatero si el PP llega el poder después de que los presidentes regionales estén emprendiendo también reformas, Matas dijo que "si todos los estatutos fueran como el de Baleares" dicho proceso no tendría lugar. "No estoy emocionado" con las reformas. "Pero cierro" el proceso "porque tenemos necesidad de defendernos, de defender nuestros intereses".
Sobre el bilingüismo en las islas, Matas recordó que el problema más importante para encontrar el acuerdo fue la intención del PSIB de introducir la "obligatoriedad de conocer el catalán", de "forma muy sibilina". "Estábamos dispuestos a retirar" el texto, insistió. Y señaló que la reforma contempla lo que se dice en el Estatuto del 83, que "sustenta la paz y concordia en esta materia en Baleares". "Aún queda muchísimo por hacer", reconoció, sin embargo, Matas, "sobre todo en el campo de la educación". "No tenemos suficientes infraestructuras", se justificó, pero están "guiados por la libertad de elegir centro educativo".