(Libertad Digital) La competitividad española está cayendo, y nuestro país no tiene ya el atractivo de antes para la inversión extranjera. En el curso del último año se han perdido 6.651 empleos por el abandono de empresas multinacionales, que prefieren destinos como Europa del Este o el Sudeste Asiático a España. La inflación, que aumenta sin que el Gobierno parezca saber controlarla, se traslada a los costes laborales, una de las variables importantes a la hora de decidir la inversión.
Según se ha sabido este viernes, el diferencial de costes laborales de España con la Unión Europea ha aumentado en el primer trimestre al 2,3 por ciento. Los costes crecen en España a un ritmo más del doble que el europeo, ya que en el conjunto de la UE el crecimiento interanual es del 2,2 por ciento y en España del 3,5 por ciento, 1,3 puntos más.
Los dos principales componentes de los costes laborales son los costes salariales y los no salariales. Los salariales aumentaron en la UE un 2,5 por ciento, cinco décimas más que en el trimestre anterior, mientras que los no salariales no hicieron a un ritmo del 1,2 por ciento, 1,5 puntos menos que en el trimestre anterior. Por lo que se refiere a España, el coste por hora trabajada ha aumentado en los tres primeros meses del año un 3,5 por ciento respecto del mismo periodo del año anterior, dato que supone la primera subida desde el último trimestre de 2004.