L D (EFE) En su carta de dimisión, Galliani define la acusación como "un acto de profunda injusticia" y reitera que es "totalmente ajeno" a los cargos de "deslealtad e incorrección" deportiva que se le imputan, y que violan el artículo 1 del Código de Justicia Deportiva. "Reivindico la absoluta lealtad y corrección de mi comportamiento, tanto como presidente de la Liga como hombre del deporte", señala. También insiste en que su renuncia "no debe ser interpretada como un reconocimiento de ninguna responsabilidad" en el escándalo que ha sacudido al mundo del fútbol italiano.
Galliani concluye su carta agradeciendo a sus colaboradores la cooperación "de cuatro años de trabajo desarrollado, y quiero subrayarlo, en el interés de todos, y creo que con excelentes resultados de gestión para el sistema". La renuncia de Adriano Galliani se produce poco después de que el fiscal federativo Stefano Palazzi decretara el envío a juicio deportivo de los clubes Juventus, Milan, Fiorentina y Lazio y una treintena de personas supuestamente implicadas en el manejo de varios torneos de al menos las dos últimas temporadas.
Aunque el fiscal no hizo pública la lista de las personalidades que irán a juicio para respetar la normativa sobre privacidad, algunos medios italianos han filtrado un elenco de nombres, entre ellos, además del propio Galliani, ex directivos de clubes y árbitros. Así, estarían inculpados el ex director general de la Juventus, Luciano Moggi, al que se considera uno de los principales responsables de la cúpula que supuestamente movía los hilos de los torneos a través de presiones y designaciones arbitrales.
También figurarían, siempre según los medios de prensa italianos, Antonio Giraudo, ex consejero delegado de la Juventus; Andrea y Diego della Valle, directivos del Fiorentina; Claudio Lotito, de la Lazio; Franco Carraro, ex presidente de la Federación italiana de Fútbol (FICG); y árbitros como Gianluca Paparesta y Massimo De Santis.
El escándalo saltó a principios de mayo, cuando salieron a la luz una serie de interceptaciones telefónicas que revelaron presiones para la designación de árbitros en determinados partidos. El que se ha convertido en el mayor caso de fraude deportivo del "calcio" ha salpicado a muchos de los principales dirigentes del mundo del fútbol italiano, que podría ver cómo algunos de sus principales equipos bajan a segunda o incluso tercera división.
Y es que entre las sanciones que acarrean los delitos que se imputan a los clubes están el descenso a categorías inferiores, a la exclusión del torneo o incluso a la revocación del Scudetto, que en las últimas dos temporadas ha sido precisamente para la Juventus.
Galliani concluye su carta agradeciendo a sus colaboradores la cooperación "de cuatro años de trabajo desarrollado, y quiero subrayarlo, en el interés de todos, y creo que con excelentes resultados de gestión para el sistema". La renuncia de Adriano Galliani se produce poco después de que el fiscal federativo Stefano Palazzi decretara el envío a juicio deportivo de los clubes Juventus, Milan, Fiorentina y Lazio y una treintena de personas supuestamente implicadas en el manejo de varios torneos de al menos las dos últimas temporadas.
Aunque el fiscal no hizo pública la lista de las personalidades que irán a juicio para respetar la normativa sobre privacidad, algunos medios italianos han filtrado un elenco de nombres, entre ellos, además del propio Galliani, ex directivos de clubes y árbitros. Así, estarían inculpados el ex director general de la Juventus, Luciano Moggi, al que se considera uno de los principales responsables de la cúpula que supuestamente movía los hilos de los torneos a través de presiones y designaciones arbitrales.
También figurarían, siempre según los medios de prensa italianos, Antonio Giraudo, ex consejero delegado de la Juventus; Andrea y Diego della Valle, directivos del Fiorentina; Claudio Lotito, de la Lazio; Franco Carraro, ex presidente de la Federación italiana de Fútbol (FICG); y árbitros como Gianluca Paparesta y Massimo De Santis.
El escándalo saltó a principios de mayo, cuando salieron a la luz una serie de interceptaciones telefónicas que revelaron presiones para la designación de árbitros en determinados partidos. El que se ha convertido en el mayor caso de fraude deportivo del "calcio" ha salpicado a muchos de los principales dirigentes del mundo del fútbol italiano, que podría ver cómo algunos de sus principales equipos bajan a segunda o incluso tercera división.
Y es que entre las sanciones que acarrean los delitos que se imputan a los clubes están el descenso a categorías inferiores, a la exclusión del torneo o incluso a la revocación del Scudetto, que en las últimas dos temporadas ha sido precisamente para la Juventus.