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Valverde comienza el Tour de la polémica con un quinto puesto en el prólogo de Estrasburgo

El noruego Thor Hushovd, del equipo Credit Agricole, ha sido el encargado de levantar el ánimo del Tour del Francia, después de una víspera muy agitada por las expulsiones de varios ilustres, al conseguir el triunfo en el prólogo de 7,1 kilómetros disputado en Estrasburgo, por lo que estrena el maillot amarillo de esta polémica edición. El español Alejandro Valverde (Caisse D'Epargne-Illes Balears) ha sido quinto al quedarse a sólo cuatro segundos del inesperado ganador.

El noruego Thor Hushovd, del equipo Credit Agricole, ha sido el encargado de levantar el ánimo del Tour del Francia, después de una víspera muy agitada por las expulsiones de varios ilustres, al conseguir el triunfo en el prólogo de 7,1 kilómetros disputado en Estrasburgo, por lo que estrena el maillot amarillo de esta polémica edición. El español Alejandro Valverde (Caisse D'Epargne-Illes Balears) ha sido quinto al quedarse a sólo cuatro segundos del inesperado ganador.
L D (EFE) Hushovd, un auténtico atleta de 28 años, de poderoso físico con sus 1,83 metros y 81 kilos, sorprendería a todos los especialistas en prólogos y con un tiempo de 8:17 minutos -a una media de 51,429 kilómetros por hora-, subía al podio a quitar el precinto al jersey de líder. El estadounidense George Hincapie (Discovery) no lograba por centésimas heredar la prenda dorada de su ex compañero y amigo Lance Armstrong y tuvo que conformarse con la segunda plaza.

Hubo más protagonismo para los americanos con David Zabriskie (CSC), que ocupó la tercera plaza con 8:21, el mismo tiempo que el alemán Sebastian Lang (Gerolsteiner) y que Alejandro Valverde (Illes Balears), que ofreció buenas sensaciones con una meritoria quinta posición, marcando además el mejor tiempo en el paso intermedio del kilómetro 3,7.

El inicio del Tour en la capital de Alsacia, sede del Parlamento europeo, resultó extraño y atípico. Faltaban los favoritos, esas referencias de las que se habla en las vísperas, y que por la lacra del dopaje hubieron de hacer las maletas y marcharse a casa. Pero "no pasa nada", como dijo el delfín de Leblanc, Christian PreudHomme. El Tour es una fiesta y como tal se la toman los franceses, también preocupados por su selección de fútbol.

Ganó el capítulo previo Hushovd, por sorpresa, en un circuito que presentaba diez curvas. Hincapie y Zabriskie, que ganó el prólogo de la Dauphiné Liberé, cumplieron. Pero había morbo por comprobar, por ejemplo, cómo estaba el británico David Millar (Saunier Duval) en su regreso a la competición después de un castigo de dos años por dopaje, y también el estado del campeón mundial Michael Rogers. Rogers sólo fue sexto, el italiano Paolo Savoldelli, que arrasó en los prólogos de Vuelta a Romandía y Giro de Italia, cedió ocho segundos y Millar, muy observado, se conformó con la decimoséptima plaza, a 14 segundos, apartado de aquellos momentos estelares.

Peor le fue a Bobby Julich (CSC), imparable en el prólogo de la Dauphiné, que obtuvo el puesto 29. Fueron los detalles que ayudaron a olvidar la pesadilla del día anterior y que impulsan a una carrera que pretende que la moral le gane la partida al espectáculo a cualquier precio. El animador del primer asalto del Tour fue el alemán Sebastian Lang, del Gerolsteiner, que se hizo ilusiones en cabeza con un tiempo de 8:21, superando, entre otros, al ex campeón mundial contrarreloj Sergei Hochar (8:27) y a uno de los grandes favoritos, el italiano Paolo Savoldelli.

El primer vencedor llegó de la fría noruega, aunque Hushovd, que ya tiene tres triunfos en el Tour, cinco en la temporada y 40 desde su debut profesional en 1999, ya conocía el dulce sabor del podio de la Grande Boucle. Ganó sendas etapas en 2004 (Quimper) y 2002 (Bour en Bresse). En Francia, donde reside, es casi considerado como un corredor local. Hushovd saldrá de amarillo en la primera etapa y dispuesto a "guardar el maillot a toda costa por el interés del equipo". Hincapie, sin desventaja alguna le sigue al acecho y Zabrsikie es tercero a 4 segundos. El campeón mundial, el belga Tom Boonen, sabe que una victoria al esprint le pondría líder, ya que tiene al noruego a solo 11 segundos. "El Quick Step será un duro enemigo", vaticinó, acertado, el primer vencedor del Tour 2006.

El Tour se sobrepuso al colapso, la respuesta del público fue la de siempre en un país que ama el ciclismo a pesar de los escándalos. La carrera fue una fiesta. Algún cartel decía: "El ciclismo ha muerto, Viva el Tour". Sin las grandes estrellas, el cielo también puede ser hermoso. La carrera no sale aún de Estrasburgo, ya que la primera etapa tendrá la salida y la llegada en la capital de Alsacia. El recorrido consta de 184,5 kilómetros y pisará durante 40 de ellos suelo alemán. Será la primera oportunidad para los velocistas.

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