L D (EFE) Schumacher, siete veces campeón mundial, ha encabezado en Indianápolis el primer doblete de la temporada para Ferrari. Por detrás de los dos pilotos de la Scuderia acabaron los italianos Fisichella y Jarno Trulli (Toyota), que terminó en la cuarta plaza tras arrancar desde la calle de los garajes y utilizar un solo repostaje. El kaiser logra así el triunfo número 87 de su carrera deportiva y el tercero de la presente temporada, tras los obtenidos de forma consecutiva en los grandes premios de San Marino y Europa. Además, es su quinta victoria en Estados Unidos.
Tras este resultado, Fernando Alonso se mantiene sólidamente instalado en el liderato del Mundial, ahora con 88 puntos y 19 de ventaja sobre Schumacher, que recorta en seis puntos la desventaja con la que llegó a Indianápolis. Fernando Alonso no ha podido prolongar su espectacular racha de cuatro victorias seguidas y nada menos que quince podios consecutivos. La última vez que el asturiano no pisó el cajón en un gran premio fue en el de Turquía del año pasado. Este domingo, en el circuito que peor se adapta a su R26, el ovetense ha firmado su peor resultado de un año en el que ha conseguido seis victorias y tres segundos puestos. Nunca había conseguido cruzar la línea de meta en sus cuatro anteriores participaciones en Indianápolis. Esta vez lo logró, aunque le queda el amargo sabor de seguir sin subir al podio en Estados Unidos, el único gran premio del calendario en el que nunca lo ha conseguido.
En la salida, Felipe Massa llegó antes que Schumacher, autor de la pole position, a la primera curva, pero el germano recuperó el mando en el primer repostaje, tras el que salió por delante de su compañero de escudería. Massa sella así su mejor resultado como piloto de Ferrari. En la primera curva se produjo un accidente múltiple en el que se vieron involucrados hasta ocho coches. Nada más comenzar la carrera se quedaron fuera de combate los dos pilotos del equipo McLaren-Mercedes, el finlandés Kimi Raikkonen y el colombiano Juan Pablo Montoya, así como el alemán Nick Heidfeld (BMW Sauber), que dio varias vueltas de campana, el australiano Mark Webber (Williams-Cosworth), el austriaco Christian Klien (Red Bull), el francés Franck Montagny (Super Aguri), el estadounidense Scott Speed (Toro Rosso) y el británico Jenson Button (Honda).
Fernando Alonso protagonizó una extraordinaria salida y llegó a la primera curva por delante de los dos hombres que salieron por delante de él, Fisichella y el brasileño Rubens Barrichello (Honda). El español se colocó tercero, pero en la vuelta 14 no pudo evitar ser superado por un Fisichella que supo exprimir la superioridad de su mecánica. El romano ha corrido en Indianápolis con la nueva evolución del motor de Renault, mientras que Alonso lo hizo con el que ya utilizó hace una semana en Canadá, en donde se llevó el triunfo. Ahora, el campeón del mundo espera disponer del mismo propulsor que Fisico en Francia, dentro de dos semanas, para volver a poner las cosas en su sitio. Como ya esperaba Alonso, Fisichella no ha sido esta vez su aliado. El italiano lo superó sin piedad en la primera ocasión que tuvo, y logró llegar hasta el podio número 16 de su carrera en la Fórmula Uno y el tercero del año en curso.
Los Ferrari estuvieron intratables en todo momento. Su coche casi siempre fue el más veloz y sus neumáticos Bridgestone volvieron a ganar la partida a los Michelin en Indianápolis, un circuito en el que la marca francesa sigue sin poder ganar. En inferioridad de condiciones mecánicas, Alonso fue superado posteriormente por Jarno Trulli. Su ex compañero de equipo tuvo que arrancar desde la calle de garajes por haber modificado las suspensiones de su monoplaza tras la clasificatoria del sábado. Trulli cargó más combustible y su estrategia de ir a sólo una parada dio sus frutos y lo colocó en la cuarta plaza, su mejor resultado del año. Alonso pudo haber acabado sexto, pero el abandono del alemán Ralf Schumacher a nueve vueltas del final le permitió sumar un punto más. El español sabía que en Estados Unidos iba a sufrir. Ahora espera con ansia el Gran Premio de Francia, un mejor circuito para su monoplaza, para volver al sitio que acostumbra.