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Continúan bloqueadas las negociaciones sobre la liberalización del comercio en la OMC

El segundo día de la conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio ha comenzado como terminó el anterior.

El segundo día de la conferencia ministerial de la Organización Mundial de Comercio ha comenzado como terminó el anterior.

L D (EFE) El negociador estadounidense indicó que esa iniciativa forma parte de la política del Gobierno de George W. Bush para ayudar a los países en desarrollo a obtener beneficios del sistema global de comercio. Añadió que esa asistencia ayudará a los países en desarrollo a reducir la pobreza y mejorar su capacidad comercial, además de que contribuirán a cumplir los compromisos adquiridos en 2001 con el lanzamiento de la Ronda de Doha.

El anuncio de Rob Portman se une a la petición que hizo horas antes para que los países de la OMC fijen cuanto antes una fecha para acabar las modalidades de las negociaciones en agricultura, bienes industriales y servicios en 2006. "Estados Unidos propone que durante esta semana tomemos varias decisiones para avanzar en las negociaciones. No podemos dejar pasar esta oportunidad", dijo el responsable.

Entre las propuestas concretas que citó, figura la de "fijar una fecha límite" para que en los próximos meses se puedan concluir las modalidades de las negociaciones en agricultura, acceso a mercados para productos industriales y servicios, de tal modo que la Ronda del Desarrollo de Doha (2001) pueda darse por cerrada antes del fin de 2006.

La disposición de EEUU se sumaba a la de la UE, que expresó su voluntad de que la OMC apruebe en Hong Kong un "conjunto de medidas en favor del desarrollo", que incluya, entre otras iniciativas, ofrecer a los países más desfavorecidos acceso libre de cuotas y aranceles a los mercados de los países desarrollados. Sin embargo, según el comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, la primera reunión de un grupo reducido de países (conocida como "green room") celebrada para sacar adelante esas medidas en los primeros días de la conferencia ha puesto de manifiesto que existen todavía divergencias que dificultan el acuerdo.

Mandelson explicó que las diferencias entre los países ricos se centran en el alcance de la supresión de cuotas y aranceles y en el reflejo normativo de las medidas. Para la UE, las iniciativas deben ser "irreversibles" e implicar un compromiso legal, reiteró el comisario, quien añadió que la aprobación de este conjunto de medidas es imprescindible para mantener la credibilidad de la OMC y garantizar a los países más pobres el compromiso de la organización con el desarrollo.

Las ya complicadas negociaciones se han visto dificultadas por un cruce de acusaciones protagonizado por los representantes de EEUU y la UE. Los delegados comunitarios han exigido que se regulen las ayudas humanitarias que EEUU da al tercer mundo porque, a su juicio, Washington las utiliza como "instrumento comercial para colocar productos agrícolas nacionales.

Según la UE, dichas ayudas están condicionadas "a que un 60 por ciento del presupuesto se quede en el país donante", por lo que "eso se gasta en empresas agrarias, logísticas y del transporte estadounidenses". La respuesta de EEUU no se ha hecho esperar. Washington ha exigido datos a la UE y le ha recriminado que los comunitarios han rebajado su nivel de ayuda alimentaria en los últimos diez años, mientras que ellos la han mantenido.

Ante esta situación, los países del G-20 – naciones en desarrollo pero con un importante peso en agricultura ­­–, han exigido a EEUU, la UE y Japón que ofrezcan ya medidas "de verdad" o serán culpables del fracaso de la cumbre. Según Brasil y la India, países que lideran este grupo, pese a las buenas intenciones expresadas en los dos primeros días de reunión, las actuaciones no salen adelante.

Los países emergentes exigen que el libre acceso para productos agrícolas de las 49 naciones más pobres, que prometen la UE y EEUU, se extienda también a ellos. Los países africanos Benin, Burkina Faso, Mali y Chad reclaman la eliminación total de las subvenciones a la exportación de algodón antes de final de año. La UE promueve esa medida, que afectaría sobre todo a agricultores estadounidenses, pero los comunitarios rechazan el recorte a las subvenciones al cultivo, alegando que no distorsionan el mercado. EEUU no se ha pronunciado aún sobre el tema del algodón.

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