L D (EFE) Entrevistado en el programa Primero Noticias de Televisa, Calderón, candidato del Partido de Acción Nacional (PAN), fue categórico al afirmar que ganó los comicios con una diferencia en torno al 1,1 por ciento, en una convocatoria a la que fueron llamados 71,3 millones de mexicanos y en la que participó cerca del 60 por ciento.
Calderón reconoció que los resultados no son aún oficiales pero señaló que queda por contabilizar voto en estados del norte del país como Baja California, Chihuahua, Durango, Jalisco, Sonora y Sinaloa, además de Campeche, en el Golfo de México, en los que cree que ganó. "Las casillas que faltan nos permiten asegurar que probablemente la diferencia se amplíe", advirtió Calderón, quien habló de una victoria en "una elección muy estrecha" por un 1,1 por ciento.
El líder conservador señaló que no estaba cuestionando al Instituto Federal Electoral (IFE) con sus afirmaciones sino citando resultados preliminares del organismo. Se mostró confiado en que las actas que serán contadas y sumadas el próximo miércoles 5 de julio refrenden su victoria y su ventaja sobre el izquierdista Andrés Manuel López Obrador.
Agregó que, cualquiera que sea el desenlace de los comicios, acatará el dictamen del IFE y aprovechó la entrevista para felicitar a los contendientes. Además fue rotundo al señalar que el resultado "probabilísticamente es imposible que se revierta" y criticó a quienes pongan en duda el veredicto de las urnas. "Lo grave es estar cuestionando lo que decidieron 44 millones de mexicanos. Esto es lo grave. Es hora de que se reconozca el resultado. No es mi triunfo, es el de la gente que votó", señaló Calderón.
Al referirse al futuro comentó que su plan es "encabezar un Gobierno de unidad nacional" al que invitó a sus contrincantes políticos a fin de "dialogar para definir lo que sea mejor para México" desde esta misma semana. "Ayer terminó la contienda. Hoy empieza la hora de México, la hora de la conciliación", añadió. Calderón interpreta que el mandato surgido de las urnas significa, con un voto "tan dividido", que llegó la hora de dejar atrás los intereses partidistas y las divisiones para trabajar por el bien de México.
De López Obrador dijo que tiene derecho a "decir lo que siente", cuestionó que dijera antes de los comicios que tenía una ventaja de diez puntos y contrapuso a lo anterior los resultados preliminares que han sido difundidos hasta ahora. Según el PREP de los comicios celebrados ayer tras computarse el 95,8 por ciento de las mesas electorales, Calderón lleva el 36,46 por ciento de los votos frente al 35,42 por ciento de López Obrador. Esta escasa diferencia ha abierto un compás de espera para los millones de mexicanos, que deberán esperar todavía para conocer quién será el sucesor del presidente Vicente Fox para el mandato 2006-2012.
Calderón reconoció que los resultados no son aún oficiales pero señaló que queda por contabilizar voto en estados del norte del país como Baja California, Chihuahua, Durango, Jalisco, Sonora y Sinaloa, además de Campeche, en el Golfo de México, en los que cree que ganó. "Las casillas que faltan nos permiten asegurar que probablemente la diferencia se amplíe", advirtió Calderón, quien habló de una victoria en "una elección muy estrecha" por un 1,1 por ciento.
El líder conservador señaló que no estaba cuestionando al Instituto Federal Electoral (IFE) con sus afirmaciones sino citando resultados preliminares del organismo. Se mostró confiado en que las actas que serán contadas y sumadas el próximo miércoles 5 de julio refrenden su victoria y su ventaja sobre el izquierdista Andrés Manuel López Obrador.
Agregó que, cualquiera que sea el desenlace de los comicios, acatará el dictamen del IFE y aprovechó la entrevista para felicitar a los contendientes. Además fue rotundo al señalar que el resultado "probabilísticamente es imposible que se revierta" y criticó a quienes pongan en duda el veredicto de las urnas. "Lo grave es estar cuestionando lo que decidieron 44 millones de mexicanos. Esto es lo grave. Es hora de que se reconozca el resultado. No es mi triunfo, es el de la gente que votó", señaló Calderón.
Al referirse al futuro comentó que su plan es "encabezar un Gobierno de unidad nacional" al que invitó a sus contrincantes políticos a fin de "dialogar para definir lo que sea mejor para México" desde esta misma semana. "Ayer terminó la contienda. Hoy empieza la hora de México, la hora de la conciliación", añadió. Calderón interpreta que el mandato surgido de las urnas significa, con un voto "tan dividido", que llegó la hora de dejar atrás los intereses partidistas y las divisiones para trabajar por el bien de México.
De López Obrador dijo que tiene derecho a "decir lo que siente", cuestionó que dijera antes de los comicios que tenía una ventaja de diez puntos y contrapuso a lo anterior los resultados preliminares que han sido difundidos hasta ahora. Según el PREP de los comicios celebrados ayer tras computarse el 95,8 por ciento de las mesas electorales, Calderón lleva el 36,46 por ciento de los votos frente al 35,42 por ciento de López Obrador. Esta escasa diferencia ha abierto un compás de espera para los millones de mexicanos, que deberán esperar todavía para conocer quién será el sucesor del presidente Vicente Fox para el mandato 2006-2012.