L D (EFE) Sacerdote y cardenal emérito, nació en Zaldivia, Guipúzcoa, el 2 de octubre de 1916; fue ordenado sacerdote el 7 de julio de 1940. Consagrado obispo de Almería en 1966, fue trasladado a la diócesis de Málaga en 1970 tras la muerte del cardenal Herrera Oria. Tres años mas tarde hizo su entrada en la archidiócesis de Compostela, siendo nombrado consejero de Estado. Allí fundó, con documentos de incalculable valor, el Archivo Histórico Diocesano. En 1983 fue destinado a la archidiócesis de Madrid-Alcalá, donde emprendió la renovación del Consejo Episcopal.
Suquía, como arzobispo de Madrid-Alcalá, impulsó diversas instituciones y asociaciones eclesiales, dedicó especial atención al seminario y creó el Patronato de la catedral de la Almudena. Además, y hasta 1990, ejerció como gran canciller de la Universidad Pontifica de Salamanca. Durante esta etapa cesó como presidente de la Comisión Episcopal Mixta de la Conferencia Episcopal Española, donde estuvo al frente desde 1978. El Papa Juan Pablo II le creó cardenal en mayo de 1985.
"Récord" permanencia
El 24 de febrero de 1987 fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal Española por mayoría simple, 39 de los 74 votos. Dos años más tarde, el Papa Juan Pablo II le nombró miembro de la Congregación vaticana para la Evangelización de los Pueblos. Fue reelegido presidente de la Conferencia Episcopal, para un nuevo trienio, el 20 de febrero de 1990, un año antes de alcanzar la edad de jubilación, en esta ocasión con 45 votos de los 72 prelados que asistieron al pleno.
El cardenal escribió numerosos textos a lo largo de su carrera, entre ellos "Epistolario de Gerardo Groot", "La afabilidad como fruto del Espíritu Santo", "Las reglas para sentir con la Iglesia en la vida y en las obras del Cardenal Cantarini" y "Obras y escritos pastorales".