L D (Europa Press) El acuerdo ha salvado a la organización mundial de un nuevo fracaso en la negociación de la Ronda de Doha, como el que tuvo lugar en la Cumbre de Cancún en 2002 debido al enfrentamiento entre los países en desarrollo –agrupados en el G-20 y liderados por Brasil, India y China– y los países ricos –Estados Unidos, la Unión Europea y Japón, principalmente. El texto final pone como fecha final para la eliminación de los subsidios a la exportación de productos agrícolas el año 2013, y pide a los gobiernos de los países ricos, incluida la Unión Europea, una aceleración de los recortes de barreras comerciales en todos los sectores.
Los países en desarrollo y los menos favorecidos habían presionado a la Unión Europea para que eliminara los subsidios a la exportación en 2010, mientras que el Ejecutivo comunitario consiguió finalmente alargar este plazo hasta 2013. La cumbre deja, sin embargo, para más adelante el establecimiento de fórmulas para la reducción de aranceles en diversos ámbitos, que tendrá que ser resuelto antes del 30 de abril de 2006, para que el objetivo pueda entrar en vigor a finales de próximo año, tal y como estaba previsto en el acuerdo de Doha. Los delegados de la OMC no llegaron a un acuerdo sobre cuál será la ubicación y la fecha de la próxima cumbre ministerial, en que la que se volverán a reunir todos los miembros para solucionar estos temas conflictivos.
También en el capítulo agrícola, en materia de acceso a mercados, se ha decidido no precisar el tope de productos especiales a los que los países en desarrollo pueden aplicar aranceles más altos. El documento pide de manera explícita a los negociadores "que aseguren" el mismo nivel de acceso a los mercados para agricultura y bienes industriales. Esta era una de las exigencias del Grupo de los 20 (países en desarrollo, en su mayoría exportadores agrícolas) y uno de los puntos a los que se resistía los más desarrollados, como la UE.
En el capítulo de desarrollo, cuyo objetivo es que los beneficios de la liberalización reviertan sobre todo en las economías más pobres, la declaración apuesta por seguir facilitando el acceso efectivo a mercados a los países LDC (los menos desarrollados de la organización). El documento confirma el compromiso de los socios para dar a los LDC acceso libre a los mercados, sin cuotas ni aranceles, para todos sus productos.
En el capítulo de desarrollo, cuyo objetivo es que los beneficios de la liberalización reviertan sobre todo en las economías más pobres, la declaración apuesta por seguir facilitando el acceso efectivo a mercados a los países LDC (los menos desarrollados de la organización). El documento confirma el compromiso de los socios para dar a los LDC acceso libre a los mercados, sin cuotas ni aranceles, para todos sus productos.