(Libertad Digital) El PSOE ocultó a la sociedad española y a su socio en el Pacto Antiterrorista, el PP, que buscaba una negociación con ETA desde antes de las Elecciones de 2004. Es lo que se desprende de los documentos incautados al terrorista José Ignacio Esparza Luri, detenido en Francia en abril de 2004, que El Mundo dio a conocer el pasado 3 de julio.
Este domingo, revela, además, que el PSOE intentó conseguir la mediación de la Santa Sede. De las notas de Esparza Luri se supo que los terroristas habían barajado la mediación del centro Henri Dunant, con sede en Ginebra, que en el verano de 2005 organizó las reuniones entre el jefe terrorista Josu Ternera y el presidente del PSE-EE, Jesús Eguiguren.
Según El Mundo, el 22 de mayo de 2004 –"el fin de semana de la boda de los Príncipes de Asturias", reseña el diario– Eguiguren se entrevistó en Roma con el cardenal Roger Etchegaray, de origen vascofrancés, colaborador de confianza de Juan Pablo II, para pedirle su mediación en el proceso de negociación que, ya entonces, y desde antes de las Elecciones Generales de 2004, los socialistas tenían previsto abrir, de espaldas al Pacto Antiterrorista.
Semanas después de aquella reunión en Roma, Etchegaray convocó una reunión con representantes de Batasuna-ETA y del PSE en la casa de su hermano en Ezpelette, en el sur de Francia. "Ninguna de las dos partes logró convencer al cardenal de la conveniencia de la intervención de la Santa Sede", asegura el mismo periódico. Etchegaray les remitió a la Iglesia Vasca, cuyos representantes "han venido mostrando su disposición a intervenir a favor de la paz las veces que hiciera falta", según recuerda la información de El Mundo.
Seguridad ante "los gorrinos"
La insistencia del PSOE pretendía vencer la reticencia con la que ETA había recibido la oferta socialista. Ya en febrero de 2004, Esparza Luri anotó que la banda terrorista quería estar segura de que quien contactase con el Comité Ejecutivo etarra no lo haría "a título personal" sino en representación, al menos, de su partido, a cuyos representantes llamaban "los gorrinos" en la nomenclatura cifrada de sus documentos.
La masacre terrorista del 11 de marzo de 2004 redobló la cautela de ETA. "Sus documentos internos demuestran que la Dirección de ETA decidió no atentar durante meses porque los brutales atentados del 11M en Madrid, en los que murieron 192 personas, podía hacer que cualquiera de sus movimientos en este sentido se volviese contraproducente e inexplicable hasta para sus propias bases", interpreta El Mundo.
En este contexto de reticencia y cautela, "los socialistas buscaron vías de intermediación tan solventes como la de la Santa Sede".
El PP ya calificó como "una urgencia nacional", el pasado 3 de julio, que el Gobierno aclarase el contenido de los documentos incautados al Comité de ETA. Aquel requerimiento inicial ha desaparecido de la agenda de los populares, a pesar de que el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, intentó el pasado 4 de julio falsear la fecha de la detención de José Ignacio Esparza Luri, fijándola en febrero de 2004 –cuando en realidad fue en abril de 2004- para sugerir que el PP "conoce toda la información" porque la incautación se produjo durante el mandato del Gobierno de Aznar.