L D (Europa Press) En un comunicado, el PP vasco mostró su "repulsa y su indignación" ante los hechos "intolerables e inadmisibles" que se produjeron este mediodía en la localidad vizcaína, donde la presidenta del partido, María San Gil, y varios cargos públicos fueron seguidos durante su recorrido por el mercado e increpados.
El Partido Popular aseguró que estos incidentes "explican muy bien cuál es el talante antidemocrático y fascista de estos personajes que se creen con el derecho de decidir quién puede y quién no participar en unas fiestas o visitar un mercado tradicional".
En este sentido, censuró que muestran, "una vez más, que ETA-Batasuna no ha cambiado un ápice y que los violentos siguen haciendo lo único que saben, que es ejercer presión sobre la sociedad democrática y amenazar y atacar a quienes no piensan como ellos o no acatan sus imposiciones".
El PP destacó que "los que nos han acorralado hoy son los mismos que pretenden tomar las calles de San Sebastián el próximo domingo en la manifestación de Batasuna" y que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el PSOE consideran "interlocutores válidos" y "agentes fundamentales" del proceso de negociación.
En este contexto, indicó que, "a los que no respetan la democracia, a quienes desprecian las normas mínimas de convivencia y atacan violenta y frontalmente la libertad no se les puede otorgar valor de interlocutor de nada".
Asimismo, el PP advirtió de que "la amenaza, la coacción y la persecución de los violentos" no logrará que sus integrantes acudan "a mercados y a fiestas populares", ni que desistan en su "compromiso en la defensa de la pluralidad, la libertad y la convivencia pacífica de la sociedad vasca".