José Luis Blanco logra la medalla de plata en 3.000 metros obstáculos y se salva del descalabro español

L D (EFE) Blanco, condenado a vivir a la sombra de los primeros obstaculistas españoles, ha sacado la cara por la escuela española con una medalla de plata que no difuminó el decepcionante quinto puesto de Penti, defensor de un título que heredó el finlandés Jukka Keskisalo, de 25 años, desconocido en la elite mundial. Keskisalo sacó provecho del ataque largo de Blanco para batirle en el esprint con un registro de 8:24.89 y suceder a Penti como campeón de Europa. El gerundense marcó 8:26.22 y el tercer español, el madrileño César Pérez, llegó octavo en 8:30.40.

El israelí Itai Magidi tiró el primer kilómetro (2:56.55) mientras el trío español se escondía en el grupo. A cuatro vueltas del final el ruso Pavel Potapovich obligó a Penti a dar la cara, y a 1.200 de la llegada pegó un fuerte tirón el sueco -nacido en Mogadiscio- Mustafá Mohamed, pero el grupo no se descompuso. Blanco jugó sus bazas a 500 de la meta. Puso al grupo en fila y se fue por delante, castigando las opciones de Penti en un hipotético esprint. En la última curva Keskisalo sacó a relucir su mejor final para obtener una victoria inesperada.

La ausencia, por una posible intoxicación alimentaria, del plusmarquista europeo, el holandés Simon Vroemen, había elevado las esperanzas de medalla de los españoles. La plata supo a poco.

Glory Alozie, cuarta en la final de 100 metros vallas

 

Glory Alozie, que defendía el título de 100 metros vallas, se clasificó cuarta, víctima de su pésima salida, con una marca de 12.86 que la dejó a 14 centésimas de la medalla de bronce. La victoria, con un tiempo de 12.59, fue para la favorita, la sueca Susanna Kallur, que se anticipó en la meta a la irlandesa Derval O'Rourke (12.72) y a la alemana Kirsten Bolm (12.72). Glory, que tardó 204 milésimas en dejar los tacos de salida, se quedó sin terreno para corregir su error.

En la final de altura, la cántabra Ruth Beitia se clasificó novena con una marca de 1,92 metros. Empezó en 1,79 y realizó un concurso sin fallo hasta que el listón se situó en 1,95, una altura que este mismo año había superado pero con la que no pudo en el momento decisivo de la temporada.

Miguel Quesada se mete en la final de 800 metros

 

En 800 el equipo español echó en falta al lesionado Antonio Reina. El barcelonés Miguel Quesada será el único español en la final, una vez eliminados Juan de Dios Jurado y Manuel Olmedo. Los dos andaluces, Jurado y Olmedo, coincidieron en la primera semifinal, que salió lenta (56.56 el 400), y los dos tuvieron que venir de atrás para situarse al toque de campana. Llegaron a la última curva quinto y sexto, y en la recta sólo Olmedo tuvo fuerzas para avanzar hasta el cuarto puesto (1:49.37). La segunda serie, mucho más rápida, le privó de la repesca.

Jurado, medallista de bronce el año pasado en los Europeos en sala de Madrid, se quedó clavado en la recta, incapaz de adelantar, y acabó séptimo en 1:50.11, eliminado. Miguel Quesada partió en la segunda sabiendo que un cuarto puesto con un registro de 1:49.64 le bastaba para acceder a la final. El barcelonés también salió atrás (se pasó el 400 en 52.00) y no reaccionó hasta la última curva, pero vio un hueco por dentro y se metió con decisión para ganar con 1:47.12.

Niurka Montalvo, de 38 años, se metió en la final de longitud con una marca de 6,55 mientras que la valenciana Concha Montaner, de 25, perdió su puesto en la repesca en el último instante en beneficio de la sueca Carolina Kluft. Niurka enganchó una racha de viento favorable (+2,0) para alcanzar los 6,44 metros en su primer salto y mejoró hasta los 6,55 en el segundo, una marca que le garantizaba la repesca (se pedían 6,65). No necesitó hacer su último salto.

Montaner empezó más abajo (6,25), corrió sobre la arena en el segundo (4,62) y se la tuvo que jugar a una carta en el tercero. Necesitaba al menos 6,49 y aterrizó exactamente a esa distancia de la tabla pero, para su desgracia, en el otro grupo quedaba por saltar la heroína local, Carolina Kluft, campeona del heptatlon, que entre los gritos de ánimo del público arrebató la plaza de finalista a la española con 6,53.

El balear Felipe Vivancos se quedó a tres centésimas de pasar por tiempos (13.75) a las semifinales de 110 metros vallas de los campeonatos de Europa, en tanto que el donostiarra Iban Maiza quedó, con una marca de 13.90, lejos de la segunda ronda. Vivancos, por la calle siete en la primera serie, necesitaba llegar al menos segundo para asegurarse el pase por puestos, pero, pese a su fulgurante salida (139 milésimas) sólo fue tercero.

Todavía a falta de la quinta y última serie Vivancos estaba en la repesca, pero el viento cambió de dirección y sopló a 2 metros por segundo a favor de los contendientes en la última carrera, que puso a cinco de sus siete participantes en semifinales. El ibicenco venía de hacer una gran marca (13.41) en la final de los campeonatos de España de Zaragoza, en la que fue segundo por detrás de Jackson Quiñónez, que batió el récord de España con 13.34.

Nuria Fernández, Eva Arias e Isabel Macías, las tres españolas que competían en 1.500 metros, cayeron en la primera criba pese a que la primera, campeona de España, hizo su mejor marca del año. Nuria y Eva compartieron la primera serie, controlada por las rusas Tatyana Tomashova y Yuliya Chizhenko (1:06 el 400 y 2:14 el 800). La madrileña seguía en el grupo delantero, si bien cerrándolo, al toque de campana, pero no pudo adelantar un solo puesto (octava en 4:08.91) mientras que Arias, en el furgón trasero las dos últimas vueltas, llegó undécima con 4:15.29.

En la segunda serie, la zaragozana Isabel Macías salió de cierre, sufriendo al ritmo marcado por la rusa Yelena Soboleva (1:05 el 400, 2:14 el 800) y se quedó cortada al entrar en la última vuelta. Llegó la última, muy descolgada (decimoquinta con 4:20.76).