L D (EFE) En una breve declaración retransmitida por televisión, Prescott, a cargo del Gobierno debido a que el primer ministro, Tony Blair, está de vacaciones en Barbados, afirmó que "las últimas 36 horas han sido extraordinarias en los esfuerzos para proteger al país". "Nuestros servicios de seguridad, la Policía, el personal de transporte y las compañías de aviación han mostrado una verdadera dedicación por la que expreso nuestro más profundo aprecio", dijo Prescott.
En su primera declaración pública sobre el complot terrorista, el viceprimer ministro, criticado por su demora en pronunciarse sobre el suceso, dio también las gracias a la ciudadanía por reaccionar con calma, sensatez y paciencia. Sin embargo, advirtió el "número dos" del Ejecutivo, "el nivel de amenaza es crítico, por tanto la gente debería continuar vigilante".
"La presunta situación (la conspiración terrorista) que afrontamos habría sido un ataque contra todos nosotros y nuestros valores compartidos por todas las comunidades", indicó Prescott, en un mensaje grabado en el 10 de Downing Street, residencia y despacho oficiales del primer ministro británico. El viceprimer ministro subrayó que mantiene un estrecho contacto con Blair, quien "está completamente implicado en todas las decisiones".
John Prescott hizo esta declaración después de que el ministro del Interior, John Reid, confirmara que 24 personas están siendo interrogadas en comisarías londinenses, entre ellas "los principales sospechosos" de la conspiración. Además, el Banco de Inglaterra ha identificado y congelado las cuentas bancarias de 19 de los 24 detenidos el jueves, de los que 14 son de Londres, 4 del condado de Buckinghamshire (afueras de la capital) y 1 de Birmingham (centro de Inglaterra). Los sospechosos poseen nacionalidad británica, la mayoría son de origen paquistaní, y tienen edades comprendidas entre los 17 y los 35 años.
Según fuentes policiales, los supuestos terroristas planeaban ejecutar una oleada de atentados simultáneos mediante explosivos líquidos ocultos en el equipaje de mano contra hasta 10 aviones que iban a partir del Reino Unido con rumbo a EEUU. Fuentes de los servicios de seguridad han subrayado que la amenaza era inminente.
Entretanto, los aeropuertos británicos, abocados este jueves al caos y la confusión, reanudaron este viernes su actividad con estrictos controles de seguridad, ya que se prohíbe subir a bordo de las aviones el equipaje de mano. El día en los aeródromos también estuvo marcado por las cancelaciones y retrasos de numerosos vuelos, sobre todo en el aeropuerto londinense de Heathrow, el más importante del país.
En su primera declaración pública sobre el complot terrorista, el viceprimer ministro, criticado por su demora en pronunciarse sobre el suceso, dio también las gracias a la ciudadanía por reaccionar con calma, sensatez y paciencia. Sin embargo, advirtió el "número dos" del Ejecutivo, "el nivel de amenaza es crítico, por tanto la gente debería continuar vigilante".
"La presunta situación (la conspiración terrorista) que afrontamos habría sido un ataque contra todos nosotros y nuestros valores compartidos por todas las comunidades", indicó Prescott, en un mensaje grabado en el 10 de Downing Street, residencia y despacho oficiales del primer ministro británico. El viceprimer ministro subrayó que mantiene un estrecho contacto con Blair, quien "está completamente implicado en todas las decisiones".
John Prescott hizo esta declaración después de que el ministro del Interior, John Reid, confirmara que 24 personas están siendo interrogadas en comisarías londinenses, entre ellas "los principales sospechosos" de la conspiración. Además, el Banco de Inglaterra ha identificado y congelado las cuentas bancarias de 19 de los 24 detenidos el jueves, de los que 14 son de Londres, 4 del condado de Buckinghamshire (afueras de la capital) y 1 de Birmingham (centro de Inglaterra). Los sospechosos poseen nacionalidad británica, la mayoría son de origen paquistaní, y tienen edades comprendidas entre los 17 y los 35 años.
Según fuentes policiales, los supuestos terroristas planeaban ejecutar una oleada de atentados simultáneos mediante explosivos líquidos ocultos en el equipaje de mano contra hasta 10 aviones que iban a partir del Reino Unido con rumbo a EEUU. Fuentes de los servicios de seguridad han subrayado que la amenaza era inminente.
Entretanto, los aeropuertos británicos, abocados este jueves al caos y la confusión, reanudaron este viernes su actividad con estrictos controles de seguridad, ya que se prohíbe subir a bordo de las aviones el equipaje de mano. El día en los aeródromos también estuvo marcado por las cancelaciones y retrasos de numerosos vuelos, sobre todo en el aeropuerto londinense de Heathrow, el más importante del país.