(Libertad Digital) Galicia se enfrentaba a uno de los peores episodios de incendios de los últimos años. La Junta de Galicia había decidido cambiar el sistema de lucha contra incendios, desmantelando el que había formado el gobierno del PP, e introdujo la norma de que no se considerarían para formar parte de los retenes que luchen contra el fuego los candidatos que no hablaran gallego. Al presidente, Emilio Pérez Touriño, no se le vio al frente de la operación de lucha contra los incendios hasta el cuarto día. El 8 de agosto, con más de cien incendios en tierras gallegas, Touriño dice que “la situación está controlada”, pese a que el fuego seguiría avanzando por varios días.
Las críticas por la política sectaria de la Xunta se multiplicaban, y el miedo a que se debatiera la mala gestión por parte del Ejecutivo de Pérez Touriño aconsejaban que se desviara la atención sobre otro asunto. Es en este contexto en el que tanto Alfredo Pérez Rubalcaba, ministro del Interior, como la titular de Medio Ambiente, Cristina Narbona, comienzan a señalar a los causantes de los fuegos.
Narbona lanza la acusación
La ministra de Medio Ambiente, un día después de que Touriño dijera que la situación estaba controlada, decidió acusar a los trabajadores que no han sido contratados por la Xunta para luchar contra los incendios de provocar los fuegos. Son, dijo, "personas con actitudes despechadas por no haber sido contratados en los retenes de este año", y se dedican al “terrorismo forestal”.
No se paró en observar una trama de “terrorismo forestal” y en señalar a los supuestos “despechados”. Narbona declaró entonces que "es hora de que comience a haber denuncias en Galicia para identificar a los culpables, porque sin denuncias y sin colaboración ciudadana es posible que una vez más queden impunes estos incendios, con el consiguiente riesgo para vidas humanas". Ella, no obstante, no adujo ninguna prueba ni de tramas de “terrorismo forestal” ni de que fueran los trabajadores no contratados los que provocaran los incendios.
Precisamente el personal del Servicio de Defensa contra Incendios de Comisiones Obreras destacó que las declaraciones de la titular de Medio Ambiente "no responden a la realidad ni a datos objetivos". Por su parte, UGT también criticó que Narbona dudase sin pruebas de la profesionalidad de los trabajadores. El PP fue más allá, y exigió a la ministra que acreditara sus acusaciones, o que dimitiera. Provocar incendios es un delito, por lo que hacer esas acusaciones resultaba especialmente grave. Ignacio Astarloa acusó a Narbona de "criminalizar a colectivos" para "ocultar su incompetencia".
Comienzan las rectificaciones
Sus palabras habían logrado centrar la atención, al menos en parte, sobre quienes provocan los incendios, sin que la incompetencia de la Junta o la suya propia pasaran desapercibidas. Pero más tarde se volverían en su contra, por las críticas que recibieron de diversos sectores. Se quiso desmarcar de sus propias palabras diciendo que se refería a "un caso que hubo el año pasado". Pero ella no habló de 2005, sino de este año: “"puede haber actitudes despechadas por no haber sido contratados este año en las brigadas de incendios forestales".
Luego la ministra hizo un ejercicio de sociología, declarando en una entrevista a Catalunya Radio que en Galicia "hay un número más alto de pirómanos en proporción que en el conjunto de España". Y su explicación fue la siguiente: ciertas personas recurren al uso del fuego "como elemento de venganza" por el "aislamiento de los núcleos rurales y los niveles bajos de desarrollo socioeconómico" de Galicia. por el atraso y el aislamiento rural. Más adelante volvió a hacer un esfuerzo por desdecirse, al declarar que ella no estaba “criminalizando” a ningún colectivo, cuando acusó a los trabajadores de los retenes antiincendios no contratados este año de ser los causantes.
“No he hablado de tramas”
En la entrevista de este jueves del diario El Mundo, Narbona ha hecho el último esfuerzo por rectificar sus primeras palabras. Ella le ha dicho al periodista que “Yo nunca he hablado de tramas, sino de intencionalidad. Lo de la trama es muy difícil siquiera de probar”, añade. La ministra sigue explicando que, no obstante, hay “una serie de causas repetitivas y que, en el caso de Galicia, año tras año, aparece un número tremendo de incendios”.
El periodista le plantea que “Hay un hecho real, que es el cambio de Gobierno regional: cómo muchas de las contratas de cuadrillas y medios contra el fuego que han tenido unas personas durante varias legislaturas han podido cambiar de contratista...” A estas palabras, Narbona responde que “Será una de las cosas que el Gobierno de la Xunta analizará. Pero es información de la que no tengo suficientes datos para entrar más allá de percepciones generales. No hago más valoraciones”. Ya las hizo en su día.