L D (Agencias) La número dos del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, en su intervención ante la IV reunión de embajadores españoles en todo el mundo que se celebra desde este lunes en Madrid subrayó que es "necesario que se ponga fin" a la inmigración irregular y que la obligación del Gobierno y sus embajadores es la de trabajar porque en España solo haya una inmigración legal y ordenada.
La vicepresidenta dijo que "en consecuencia, es necesario hacer saber a los países de origen de los inmigrantes que estas semanas están arribando a nuestras costas que no vamos a tolerar que sigan llegando, que no vamos a seguir aceptando que se incumplan los acuerdos bilaterales y multilaterales alcanzados y que estamos dispuestos a actuar con toda firmeza". Aún así, la responsable del Gobierno no aportó ninguna medida especial o nueva que haga pensar en cambios significativos.
De la Vega, tajante
De la Vega quiso ser tajante en su mensaje a los embajadores: "Repito, que quede bien claro. Todo el que entra en España de manera irregular, más tarde o más temprano saldrá de España", y agregó: "Esto deben saberlo tanto los que llegan como los gobiernos de los países de los que llegan", informó Europa Press.
Para terminar dijo que ante la "intensificación" del fenómeno migratorio proveniente del África subsahariana, se hace "inaplazable" incorporar a este continente de modo "más relevante" en la política exterior española y de ayuda al desarrollo, así como la solidaridad europea ya que un "fracaso" en este ámbito puede conducir a una "seria regresión" en el ideal de una Europa más unida.
Por la tarde, en el programa Cara a Cara de CNN+ dijo que la inmigración es un "problema complejo que exige soluciones complejas" y que es necesario trabajar con los países emisores. Según la vicepresidenta, algunos de los acuerdos de cooperación, con el de Mauritania están funcionando bien y afirmó que la inmigración procedente de Maruecos ha descendido hasta casi desaparecer. Sin embargo, admitió que los acuerdos con Senegal no funcionan y que la ayuda ofrecida por Bruselas es insuficiente.
No hay "efecto llamada"
El ministro español de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, declaró en Potsdam (Alemania) que el Partido Popular (PP) "no tiene autoridad moral" para criticar la política de inmigración del Gobierno socialista.
Caldera negó que la avalancha de inmigrantes se deba a un "efecto llamada" provocado por el último proceso de regularización, y consideró que los políticos del Partido Popular son "unos verdaderos irresponsables" por criticar la política de inmigración del Gobierno.
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales recordó que "el Partido Popular hizo tres procesos de regularización, y en estos procesos de regularización, en los que se concedieron papeles a 480.000 personas, ni siquiera se exigía un contrato de trabajo. Se les permitía vivir en España pero también se les permitía trabajar en la economía sumergida".
Caldera negó que la avalancha de inmigrantes se deba a un "efecto llamada" provocado por el último proceso de regularización, y consideró que los políticos del Partido Popular son "unos verdaderos irresponsables" por criticar la política de inmigración del Gobierno.
El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales recordó que "el Partido Popular hizo tres procesos de regularización, y en estos procesos de regularización, en los que se concedieron papeles a 480.000 personas, ni siquiera se exigía un contrato de trabajo. Se les permitía vivir en España pero también se les permitía trabajar en la economía sumergida".